33 años de las LP-28

Esos horribles años de dolor y muerte

Por Aquiles Magaña

La celebración de una historia que tiene 33 años: luchas, glorias y penas de los militantes de las LP-28 

SAN SALVADOR – «Hace 33 años tuvimos que enterrar a cuarenta compañeros en el atrio de la iglesia El Rosario. Todavía están sepultados allí. Fueron asesinados por la cuerpos represivos cuando protestábamos contra el fraude electoral…allí nacimos, en medio de la sangre de nuestros hermanos y hermanas».

Horas antes de la represión el 28 de febrero

Fueron algunas de las palabras cargadas de emoción e historia durante una cálida reunión de ex-militantes del ERP y las LP-28.  La LP-28 fueron uno de los tres frentes de masas revolucionarios más importantes de la década de los 70s. Junto al Bloque Popular Revolucionario-BPR y el Frente  de Acción Popular Unificada-FAPU, desarrollaron una estrategia de organización popular sectorial y lograron movilizar a cientos de miles de salvadoreños.

Aunque formalmente ya ninguna de las dos organizaciones existe en el mapa político salvadoreño la identidad política ERP-LP-28, persiste en un buen número de ciudadanos y ciudadanas salvadoreñas que participaron en sus filas y que buscaron en las décadas pasadas remover la dictadura militar por la vía armada y la organización militante del pueblo.

Los asistentes a esta reunión de remembranza política se miraban con detenimiento buscando reconocerse. «Ahora estamos gordas y panzones, canosos y pelones. Nos vemos diferentes, pero estamos muy alegres de juntarnos», comentaba una ex-comandante guerrillera ahora dedicada a las microfinanzas.

La cicatrices y lesiones de guerra eran evidentes en varios de los asistentes. «Este fue nuestro mejor explosivista…», me indicó un excomandante erpiano; «fijate que una de las cargas se le detonó y blum! el cráneo le quedó abierto y le tuvimos que reacomodar la masa encefálica…y miralo allí anda como si nada…». Ambos se saludaron con un abrazo fraterno.

La diversidad del grupo no sólo se reflejaba en la apariencia física sino en la pluralidad de pensamiento y de participación en el momento político actual. Algunos se han retirado de la política y buscan como sobrevivir o atienden sus negocios o empresas. Otros mantienen un análisis «radical» y participan en organizaciones comunitarias y políticas.

Además, había algunos que actualmente trabajan dentro de la administración Mauricio Funes. Sus diferencias quedaron orilladas momentáneamente al compartir las memorias que los llevaron a arriesgar sus vidas, colectiva e individualmente, en aras de un cambio político social en el país.

Sin embargo, muchas de las caras más conocidas del ERP y las LP-28 estuvieron ausentes, «han habido muchas cosas confusas, falta de entendimientos, acusaciones de esto y lo otro… todo se ha dicho pero nada se ha comprobado. Los argumentos no se han llevado a su conclusión. Bueno, algunos se cruzaron la raya y se aguevan de venir…», mencionaba un sazonado exguerrillero y que ahora está a cargo de recolectar todo tipo de documentación para reconstruir la historia de una de las dos fuerzas guerrilleras más excepcionales que tuvo El Salvador.

La iniciativa de reunirse en esta fecha histórica (28 de febrero) surgió hace apenas un par de semanas y la respuesta se considera exitosa. Uno de los momentos más solemnes de la reunión se dio al recordar a los y las compañeras recién fallecidas.

«Por disgustos personales dejamos de hablarle a fulano o a sutano y ya no nos preocupamos qué fue de ellos», amonestó una de las oradoras. «Algunos se han muerto en el abandono y el olvido como si no hubiéramos sido compañeros de lucha. Debemos dejar a un lado todo eso y reconstruir el compañerismo que nos unió».

Este tipo de convivio también ha sido realizado por varias de las otras organizaciones ex-guerrilleras. Un grupo de ex-militantes de las FPL mantiene la tradición de reunirse cada 1o. de abril -fecha de fundación de esta organización-. Usualmente se buscan sitios en donde se desarrollaron combates históricos: Guarjila, Suchitoto, la Montañona, Perquín; pero a más no haber algún salón grande sirve para el propósito de recordar y revivir parte de la vida que entregaron a la lucha por la justicia social.

Entre los personajes asistentes  a la reunión estaban aquellos que comandaron y participaron en la toma del entonces Hotel Sheraton (hoy conocido como El Hotel), en la colonia Escalón;  los que asediaron el cuartel de San Miguel; los que dieron su contribución internacionalista al hermano pueblo nicaragüense, para derrotar al dictador Somoza y al ejército mercenario conocido como «la contra»; los que organizaron diferentes tipos de operativos militares o que se salvaron de alguna ofensiva militar de parte del ejército salvadoreño.

Ademas se recordó que el 2 de marzo de 1972 se realizó la primera acción militar guerrillera en el país. Esta consistió en recuperar los fusiles que poseían la pareja de guardias que custodiaban la entrada del antiguo hospital Bloom.

Las anécdotas y «pasaditas» revolucionarias, así como las situaciones embarazosas brotaron a borbollones. Un fogueado ex-combatiente recordó como se complicaban las cosas cuando llegaban al monte cuadros y dirigentes urbanos.

«Una vez llegó un señor bien gordo, según parece era muy importante, pero le costaba caminar por los charrales y se cansaba a cada rato. Decidimos montarlo en la única mula que tenía la unidad, la que usábamos para jalar las bases de los cañones, pues ponemos a este compa en la mula y para sorpresa nuestra la desrabadilló a la pobrecita mula y la tuvimos que matar».

Los participantes llegaron de los diferentes rumbos del país, inclusive una delegación de Morazán se hizo presente; así como un conocido músico popular que ahora reside en los Estado Unidos. «Es muy grato estar con todos ustedes compartiendo este momento… no puedo creerlo que estamos aquí», dijo emotivamente antes comenzar los acordes de la tonadita que hace 21 años llamaba a prepararse para la insurrección pues la hora había llegado.

Todos los que pasaron a decir algo frente al micrófono aclararon no estar preparados pues les acababan de pedir que dijeran algo pero igual hablaron con lujo de detalles.

A la par de los discursos, poemas y canciones estuvo el deleite de una deliciosa carne asada acompañada de casamiento y tortillas tostadas. Esta merienda sirvió de mecanismo para abrir la conversación y ponerse al día en las vidas de los y las ex-guerrilleras, las cuales abandonaron cualquier pretensión de superioridad o pureza política y optaron por una relación altamente humana y fraterna.

Un comentario en “33 años de las LP-28

  1. lastima que no se pueden volver a organizar estas agrupaciones , ya que estas podrían ser las encargadas de velar por que las cosas se hagan bien en los municipios y el país, hemos perdido la visión de ser pueblo para el pueblo, y queremos ser pequeños burgueses y ya nos sentimos así.

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