Dagoberto Gutiérrez: “(El de Funes) es casi un gobierno de ciencia ficción”

Diario El Mundo. El analista político Dagoberto Gutiérrez reflexiona sobre dos tópicos específicos en el marco de los tres años de gestión del presidente Mauricio Funes: economía y seguridad. Llama al presidente Funes un presidente de la derecha y no confía en los reiterados llamados de unión nacional. Para él, éste es un gobierno de fracasos y casi, de ciencia ficción

Los tres años de gobierno que cumplirá el presidente de la República, Mauricio Funes, han sido de fracasos. Así lo resumió el analista político y dirigente de la Tendencia Revolucionaria, Dagoberto Gutiérrez, al hacer un análisis de dos tópicos que más aquejan a la población: economía y seguridad.

Gutiérrez, un hombre que se perfiló en el Partido Comunista y que se ha ganado el reconocimiento de la sociedad por sus análisis y su particular énfasis a la hora de hablar, argumenta que el fracaso del gobierno se debe a la falta de apoyo del pueblo y del sector empresarial.

En esta entrevista, habla también sobre los posibles candidatos a presidentes y su visión del trabajo de alguno de ellos.

¿Cómo evalúa el trabajo del presidente Mauricio Funes en estos tres años de gobierno en dos temas: economía y seguridad?

En el terreno económico hay un fracaso de la filosofía económica. El gobierno de Funes estableció que no debería haber un cambio de economía, de modelo, y ese es el que sigue. Políticamente se estableció un gobierno de unidad nacional. A tres años se comprueba que ni hay nación ni unidad y también en eso hay un fracaso.

¿Para usted se ha continuado con un modelo neoliberal?

El gobierno Funes decide establecer una alianza estratégica con los Estados Unidos de dependencia total. Muy bien. Pero la economía (de ese país) va bajando y el gobierno Funes queda anclado en el vacío, en el espacio. En definitiva, un gobierno de fracasos, sin el apoyo del pueblo y sin el apoyo de los sectores empresariales. Es casi de ciencia ficción, ¡de ciencia ficción!, pero, por eso mismo, en estos dos últimos años de gobierno, sin duda vamos a ver un esfuerzo importante por construir nuevas alianzas. El gobierno es un gobierno de derecha, el presidente es un presidente de derechas, entonces, habrá una búsqueda de sus cauces naturales.

¿Qué podría hacer el presidente Funes en dos años para mejorar la economía del país, que según él, recibió en crisis cuando asumió el gobierno?

Eso es cierto y, justamente cuando este gobierno se inició, se estableció la diferencia entre la administración de la crisis y la salida de la crisis. El punto histórico del país es saber qué fuerza determina la naturaleza de salida de la crisis. Este gobierno inició administrando la crisis, pero con las mismas políticas de la derecha e inexorablemente el gobierno se convirtió en un gobierno en crisis. Al principio pensó administrar la crisis con la misma filosofía, con el mismo foco, con los mismos riñones y con la misma cabeza de la derecha. Incluso hablaron de unidad nacional. La crisis, o la resolvemos en beneficio de la mayoría, o a beneficio de las minorías. ¡No hay otro modo!, ¿ves? Hoy el gobierno es un gobierno incapaz y, por lo tanto, incapaz de elaborar una política inteligente que le de salida a la crisis.


¿Por qué dice que es un gobierno de derecha?

Aaaaah, porque la economía del gobierno es la misma economía de la derecha, es neoliberalismo. La política internacional es la misma política de la derecha, la política de relación con la naturaleza es la misma de los gobiernos anteriores. Vos no vas a calificar de otro modo a un gobierno que hace las cosas como las cosas que hace la derecha. Yo soy lo que hago, no lo que digo. En esto la gente no debe equivocarse, es clave no equivocarse. ¡Claro!, es un gobierno de derecha que busca que la gente lo mire como de izquierda.


¿Y dónde queda el FMLN en este juego de derecha e izquierda?

Es que la izquierda está en el pueblo, en el movimiento social y no en los partidos políticos. Los partidos políticos son los dueños del aparato del Estado constitucionalmente a partir de 1983 y del artículo 85. ¿Cuál es el tema?, ¿cuándo una persona es de izquierda?, cuando hace política, cuando apoya las transformaciones que vienen de abajo, cuando en su cabeza el sujeto de las transformaciones es el pueblo mismo. Si van haber transformaciones, han de hacerlas el pueblo mismo, eso te convierte en gente de izquierda. Pero el mundo de hoy es suficientemente complejo y no se puede entender en la simple relación de izquierdas y derechas.

¿Considera que hay una quiebra fiscal?

Por supuesto. Los sectores de las cúpulas empresariales no están dispuestos a dar un solo centavo para el gobierno y eso lo han demostrado. La figura mágica aquí es crisis, los seremos humanos acá estamos en crisis y es la parte más dramática y más importante: el trabajo de la gente, el salario digno de la gente, la dignidad de la gente. Si yo trabajo para una salida antipopular de la crisis, he de partir de los intereses de las empresas trasnacionales que son los dueños de la economía del país, pero yo no puedo trabajar al mismo tiempo para los más débiles y los más poderosos, eso no se puede, ¡ni en el cielo!, por eso en el cielo anda San Miguel Arcángel montado en un caballo con una gran espada y hay una tremenda lucha política. Es iluso pensar en una unidad nacional donde la diferencia entre el débil y el poderoso es tan brutal, es iluso.


En el tema de seguridad, el gobierno ha destacado una reducción de los homicidios por la tregua entre pandillas, ¿cómo analiza esta situación?, ¿piensa que verdaderamente hay una reducción?

Mirá, está fracasando el supuesto pacto con los jefes de las bandas. Ocurre que la seguridad tiene que ver con el trabajo de la gente, la salud, la vivienda, la dignidad, cuando en una sociedad existe eso, entonces, esa resulta ser una sociedad segura. La seguridad no la garantizan los policías, mucho menos el ejército. En una sociedad hay seguridad cuando la gente sabe a qué atenerse, sabe que si ocurre esto la ley reacciona de una manera y eso no existe en El Salvador. Lo único seguro en El Salvador es la inseguridad.


¿Por qué cree usted que el FMLN se quiere separar del gobierno?

El FMLN no puede distanciarse del gobierno. El FMLN necesita que el Ejecutivo adopte determinadas políticas que le permitan al FMLN un encuentro con la gente. En las últimas elecciones, la gente dejó de votar por el FMLN en una decisión muy sabia, entonces, el FMLN necesita que el Ejecutivo haga ciertas cosas, pero Mauricio no está dispuesto a trabajar para el FMLN. ¡Habrase visto!, ya me imagino lo que ha de pensar Mauricio de esto. Esto es lo que origina la discusión.

En 5 preguntas:

1. Si el FMLN quiere ganar las elecciones de 2014, ¿debe llevar como candidato a Salvador Sánchez Cerén?

Tiene que llevar un hombre que no le repita la experiencia de Mauricio Funes, donde ganaron las elecciones, pero perdieron el gobierno y perdieron su inteligencia, la razón…

2. ¿Por qué el FMLN no podría llevar como candidatos a Óscar Ortiz o a Hugo Martínez?

No sé lo que la cúpula piensa de estas dos personas.

3. ¿Qué piensa de Óscar Ortiz, sería un buen candidato?

Fijate que no madrugo electoralmente, anochezco electoralmente. Es un buen alcalde, me lo parece.

4. En ARENA, uno de los nombres es Norman Quijano….

Aaaaah, Normancito está haciendo una campaña electoral muy fuerte y yo diría que muy inteligente, sostenida y bastante interesante. Yo diría que Norman tiene importante interés en ser el candidato presidencial de ARENA, pero no sé si ARENA tiene interés que Norman sea su candidato.

5. ¿Y cómo vería una posible candidatura de Antonio Saca?

Más probable. Y lo probable vos sabés que es mucho más que lo posible.

La Declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo; El Salvador: el país más violento del mundo


El Salvador es el país más violento del mundo, según lo afirmó hoy la Declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo, que divulgó su último informe en Suiza.

Con más de 60 asesinatos por cada 100 mil habitantes, el país lidera la lista de los 14 más violentos de todo el mundo.

De los 14, seis países son Latinoamericanos y tres de estos pertenecen a Centroamérica.

A El Salvador se le suman Guatemala y Honduras: «Tienen los mayores niveles de violencia letal», reza el informe sobre ellos.

Murieron más personas de forma violenta en El Salvador que en Irak, de forma proporcional, entre 2004 y 2009; tomando en cuenta que Iraq figura en el segundo lugar de los países más violentos de todo el planeta, seguido por Jamaica.

Brasil es ubicado el la posición número 18 y México en la 51.

Las estadísticas del informe corresponden al año 2009.

Declaración

Haz clic para acceder a GBAV2011-PRESS-RELEASE-SPA.pdf

Nueve de cada diez muertes violentas ocurren en contextos
exentos de conflictos

El crimen es la primera causa de muertes violentas
Según la segunda edición de Carga Global de la Violencia Armada, publicada el 27 de Octubre de 2011 en Ginebra, aproximadamente 526.000 personas mueren en forma violenta cada año, pero sólo 55.000 de ellas pierden sus
vidas en conflictos o como consecuencia de un acto terrorista. El informe revela además que un total de 396.000
personas—entre las que se cuentan 66.000 mujeres—son víctimas de homicidios intencionales (asesinato), 54.000
mueren como resultado de los denominados homicidios ‘culposos’ (no premeditados), y otras 21.000 mueren durante intervenciones de las fuerzas de seguridad.
El informe Carga Global de la Violencia Armada utiliza una extensa base de datos que cubre las muertes violentas tanto en contextos de conflicto como en contextos exentos de ellos.
“L os límites entre la violencia política, criminal e interpersonal se van volviendo cada vez más difusos, como lo revelan casos de asesinatos relacionados con tráfico de drogas en América Central o de piratas que intervienen en actos de violencia de carácter económico en Somalia”, declaró Keith Krause, uno de los editores y autores del informe.
“E ste trabajo de investigación preestablece una visión más amplia que abarca las muertes producidas por la violencia armada en todo tipo de contextos, entre los que se incluyen la violencia de tipo criminal y de las pandillas, los conflictos y la violencia de género”, afirmó.
El informe proporciona un enfoque único e integrado que permite comprender el impacto global de la violencia letal.
Siendo un instrumento de monitoreo independiente, éste es útil para la implementación de la Declaración de Ginebra sobre la Violencia Armada y el Desarrollo en su misión de desarrollo de respuestas sólidas basadas en la evidencia a los desafíos de la violencia armada.
“ La Carga Global de la Violencia Armada 2011 entrega a los diseñadores de politícas y otras partes interesadas una herramienta oportuna para responder con evidencia en el diseño de políticas y programas a nivel local, nacional y regional”, señaló Peter Maurer, Secretario de Estado del Departamento Federal de Relaciones Exteriores de Suiza.
El informe Carga Global de la Violencia Armada estima la tasa anual de muertes violentas entre 2004 y 2009 en 7,9 por 100.000 habitantes. Al menos 58 países registran tasas de muertes violentas superiores a 10 por 100.000. Estos países albergan aproximadamente dos tercios de todas las muertes violentas, es decir, 285.000 individuos asesinados cada año.
Un total de 25% de todas las muertes violentas ocurren en tan sólo 14 países, con una tasa anual promedio superior a 30 muertes violentas por 100.000 habitantes, de las cuales la mitad se encuentra en el continente americano. Si bien las víctimas de conflictos armados a menudo acaparan los titulares de los medios de comunicación, los niveles de violencia armada en algunos países exentos de conflictos se asemejan a los de las zonas en conflicto. En un año promedio entre 2004 y 2009, el número de muertes por habitante fue mayor en El Salvador que en Irak.
La violencia letal se caracteriza por una desigualdad de distribución no sólo entre países, sino además dentro de un mismo país. En México, la tasa de muertes violentas del país en 2009 se elevó a 18,4 por 100.000, mientras que en Ciudad Juárez, al norte del país, esta tasa alcanzó 170,4 por 100.000 durante el mismo año, es decir, más de 20 veces la tasa global.
La Carga Global de la Violencia Armada establece además una relación entre violencia letal y subdesarrollo.
“ Aquellos Estados con altos niveles de violencia letal casi siempre se ven en dificultades para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, indica Keith Krause. “Sabemos además que cuando un país avanza en términos de desarrollo, es muy probable que muestre una disminución de sus niveles de violencia letal”.
En consonancia con los resultados de un tema de investigación en crecimiento, el informe también confirma que aquellos países con niveles bajos de desigualdad de ingresos y desempleo experimentan tasas de homicidios menores.
La edición 2011 de Carga Global de la Violencia Armada también revela que:
El Salvador fue el país más afectado por la violencia letal entre 2004 y 2009, seguido de Irak y Jamaica.
África Central y del Sur, América Central, el Caribe y Suramérica son las regiones que registran los niveles más altos
de violencia letal.
Aproximadamente 66.000 mujeres y niñas son asesinadas en forma violenta en el mundo cada año. Los altos niveles de femicidios a menudo van acompañados de—y a veces son generados por—altos niveles de tolerancia de violencia contra las mujeres.
El porcentaje de homicidios perpetrados por cónyuges o familiares representa una parte importante de los homicidios en algunos países de Europa y Asia. En países con tasas de homicidios bajas, el porcentaje de mujeres y hombres
víctimas es similar.
Las tasas de homicidios relacionados con asaltos o robos tienden a ser mayores en países con grandes desigualdades de ingresos, incluyendo el continente americano.
Existe un sólido vínculo entre la relativa fragilidad del imperio de la ley en un país y mayores tasas globales de homicidios. Sin embargo, desafíos específicos, como la actividad de las pandillas, la presencia de conflictos, o una gran desigualdad de ingresos, pueden degenerar en altas tasas de homicidios incluso en sociedades que cuentan, comparativamente, con instituciones fuertes y un sólido Estado de Derecho.
Publicado por Cambridge University Press, el informe Carga Global de la Violencia Armada: Encuentros Letales es un producto de la Secretaría de la Declaración de Ginebra. La Declaración de Ginebra sobre la Violencia Armada y el Desarrollo, firmada por más de 100 países, hace un llamado a los Estados a reducir en forma cuantificable la carga global de la violencia armada y a mejorar en forma tangible la seguridad humana para 2015.
CARGA GLOBAL de la VIOLENCIA ARMADA 201 1 COMUNICADO DE PRENSA
PROHIBIDA SU DIFUSIÓN HASTA EL JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 201 1 A LAS 13:00 HORAS (HORA DE GINEBRA)
Contacto para la prensa: Martin Field (martin.field@smallarmssurvey.org; +41 79 573 33 19)

La embajada de Estaos Unidos de América señala a PCN y GANA de venderse

EUA aseguró que el PCN y Gana reciben dinero a cambio de sus votos

Jimena Aguilar// El faro.net

Publicado el 16 de Octubre de 2011

La visión peyorativa de la embajada sobre Gana estaba clara apenas cuatro días después de que los areneros rebeldes formaran su nueva agrupación, en noviembre de 2009. Los cables diplomáticos resumen que ambos partidos participaban de favores políticos en la Asamblea Legislativa a cambio de dinero, y que si el PCN era un partido que se ofrecía al mejor postor, Gana era un partido en venta.

Tanto el PCN -el partido más longevo de El Salvador-, como Gana, el partido más nuevo, jugaban a vender su voluntad en la Asamblea Legislativa, reseñan los cables enviados al Departamento de Estado entre enero de 2009 y enero de 2010 desde la embajada en El Salvador. Entre los términos que los oficiales de la embajada usaron para describir a estas organizaciones de derecha estaban «oportunistas», «en venta», «en subasta» y «compañeros de cama».

Los memorandos revelados por WikiLeaks muestran que la embajada consideraba que históricamente el PCN se había aprovechado de su posición de llave para lograr mayoría dentro de la Asamblea Legislativa. A su vez, consideraba que el grupo de disidentes de Arena que el 31 de octubre de 2009 formaron Gana, estaban jugando las mismas cartas que el PCN para aprovecharse de los votos que permiten a Arena y FMLN tomar decisiones legislativas.

El 26 de enero de 2010, pasados menos de tres meses del surgimiento de Gana, el encargado de negocios Robert Blau escribió en el cable 245623 un resumen del escenario político del momento, de la relación entre el FMLN y Funes, y de cómo Arena llevaba su fractura. En este cable Blau hizo un análisis sobre el papel que jugaban los partidos políticos más pequeños.Asegura que estos son débiles y que su única moneda de cambio es proveer a los partidos grandes de los votos suficientes para lograr mayoría en el pleno. “Aparte del FMLN y Arena, los otros partidos políticos del país son pequeños, débiles e ideológicamente maleables. Su único punto de venta real es como compañeros de coalición, suministrando los votos finales en votaciones reñidas”, dice el documento.

Pero la lectura que la embajada hace a la función de estos partidos no solo se queda en que estos tienen los votos clave para algunas votaciones, sino que estos se aprovechan de su posición para lograr objetivos más cuestionables, específicamente el PCN y Gana.

Cuatro días después del nacimiento de Gana como bancada legislativa, la embajada ya los llamaba un partido oportunista, al igual que calificaba al PCN. Y quizás debido a que ambos son, en teoría, de derechas, en un momento les atribuía ser «extraños compañeros de cama del FMLN» que le permitirían a este último realizar reformas constitucionales.

En el cable 233106, del 4 de noviembre de 2009,  firmado por una persona de apellido Brady, se menciona cómo el FMLN en ese momento ya tenía la posibilidad de hacer reformas constitucionales porque contaba con dos partidos oportunistas. El punto que reflejaba Brady era que cuando la bancada arenera de 32 escaños se rompió el 31 de octubre de ese año, Arena perdió la llave para bloquear decisiones de mayoría calificada de dos tercios de los diputados.

“La gran noticia aquí es la cooperación en aumento entre los claramente ideológicamente opuestos Gana y FMLN. El FMLN ahora tiene dos aliados ideológicamente flexibles y oportunistas: el PCN y Gana. Mientras se mantenga, esta alianza de raros compañeros de cama le da al FMLN 57 votos, suficientes para aprobar cualquier pieza o reformas constitucionales”, suscribió Brady en el cable, clasificado como CONFIDENCIAL.

En un tercer cable, fechado 21 de enero de 2010 y etiquetado como SECRETO, la embajada asegura que estos dos partidos venden literalmente sus votos, aunque no aporta detalles que sustenten dicha afirmación., ambos partidos habían hecho uso de su posición ventajosa para obtener tanto favores políticos como remuneración económica. “Dadas sus posiciones estratégicas, Gana y el PCN probablemente se mantengan como jugadores importantes en las batallas legislativas por venir, demandando, como se rumora han hecho en votaciones anteriores con el FMLN, favores políticos y pagos de dinero secretos a cambio de su apoyo”.

El memorando 244774 hace alusiones particularmente a Gana. Para los oficiales diplomáticos, hasta ese momento, “Gana ha actuado como un partido en venta”. Esta nota diplomática la firmó Michael McGee, consejero comercial de la embajada.

Solo cinco días después de ese cable, la sede diplomática ya comentaba sobre los rumores que vinculaban al expresidente Elías Antonio Saca con la nueva fracción parlmentaria Gana. “Mientras oficialmente no es un miembro de ningún partido, se rumora extensamente que Saca es la fuerza inspiracional y financiera detrás de Gana”, comentó Robert Blau en el cable 245623, también clasificado como SECRETO.

En esa ocasión el encargado de negocios también hizo énfasis en el notorio presupuesto de un partido tan joven. “Gana (…) ha demostrado a través de una convención extravagante y de una campaña publicitaria subsecuente que tiene bolsillos profundos como para dar una pelea de verdad”, se lee en el documento.

Pero el cable donde se califica el vínculo de Gana con el expresidente como uno de búsqueda de dinero es el cable 231608 enviado el 27 de octubre de 2009 y clasificado como CONFIDENCIAL. “Si el expresidente Saca realmente está detrás de los diputados disidentes, como creemos que es, entonces todo es una cuestión de dinero”,  reza el texto firmado por Robert Blau dentro del cual también se menciona cómo Saca utilizó el poder que tenía para hacer del Estado una “máquina de hacer dinero”.

Mientras que a Gana la embajada lo tituló como un partido en venta, prácticamente desde su nacimiento, calificó en repetidas ocasiones al partido más longevo del país de oportunista. “Ni el FMLN ni Arena puede lograr mayoría legislativa sin el apoyo de Gana o el (oportunista) Partido de Conciliación Nacional (PCN)”, reza el cable 245623 antes mencionado.

En el cable 187967 del 20 de enero de 2009, a pocos días de las elecciones y cuando todavía no se sabía exactamente cuántos escaños legislativos había obtenido cada partido, la embajada envió un cable diplomático al departamento de Estado en el que decían que si las cifras del momento se mantenían el PCN tendría una fuerte posición de negociación, ya que podría formar mayoría con cualquiera de los partidos grandes. Además, mencionaba Robert Blau, quien firmó el cable clasificado como CONFIDENCIAl, que una fuente del FMLN ya les había dicho que ya llevaban algún tiempo negociando con el PCN.

En este mismo cable Blau comenta que esta posición ventajosa, el PCN tendría de donde escoger para decidir a quién apoyar y sugiere que su apoyo dependerá de la oferta económica que los grandes partidos le puedan hacer.

“La guerra de subastas (tanto literal como figurativamente) por el apoyo del PCN será dura, especialmente si el PCN es el único en posición de decidir si el FMLN o Arena controlan la Asamblea”, se lee.

En un informe enviado el 5 de enero al Departamento de Estado y clasificado como CONFIDENCIAL, la embajada hacía un avance sobre las elecciones legislativas que estaban por venir. Ahí, Charles Glazer, el embajador, aseguraba que el PCN había mantenido un poder desproporcionado y que había manipulado a los partidos grandes a su antojo gracias a su capacidad de darles la mayoría en la Asamblea Legislativa.

“En años recientes, el PCN ha mantenido un poder desproporcionado, ya que ha tenido suficientes escaños legislativos (10) para formar mayoría en alianza con el FMLN. El partido, esencialmente, ha mantenido como rehenes a los partido más grandes hasta que ha logrado sus propias metas».

Mientras analizaban los posibles escenarios para después de las elecciones, la embajada creía que si el PDC ganaba más puestos en los comicios, esto podría significar una pérdida de poder para el PCN. “El PCN ya no tendría un reinado libre y el PDC aumentaría sustancialmente su poder de negociación”.

Aunque el PDC no le quitó poder al PCN, la ruptura de Gana le significó al PCN una pérdida de poder y ahora que se avecinan las elecciones legislativas y municipales de 2012, ambos partidos disputarán la posibilidad de convertirse en la tercera fuerza legislativa para el trienio 2012-2015.

Mauricio Funes Cartagena & GANA: El padre adoptivo

Gana dijo a embajada EUA que Funes prácticamente los adoptó

Jimena Aguilar//El Faro.net

Publicado el 6 de Octubre de 2011

Cuando el partido Gana apenas estaba formándose, en noviembre de 2009, dos dirigentes de este movimiento nacido de la fractura de Arena dijeron a oficiales de la embajada estadounidense que el presidente Funes no solo les había expresado privadamente su apoyo, sino que hizo tanto por ellos que quizás lo único que faltó fue que los adoptara como sus hijos.

En una reunión del 17 de noviembre de 2009 entre el consejero político de la embajada de Estados Unidos y los diputados Guillermo Gallegos y Mario Tenorio, del entonces grupo parlamentario Gana, Gallegos le reveló al funcionario estadounidense que el partido en formación había recibido «mensajes de apoyo» por parte del presidente de la República Mauricio Funes después de su ruptura con Arena. Según un cable filtrado por WikiLeaks, la lectura que Gallegos expresó sobre estas muestras de apoyo lo llevaron a decir que Funes se había puesto tan de su lado que prácticamente los había adoptado.

Esta reunión se consigna en el cable 235414, con fecha 18 de noviembre de 2009, 18 días después de que Gana viera la luz y resume las posibilidades que los dos dirigentes de Gana veían de regresar a Arena o de consolidar un nuevo partido. En ese momento, Funes ya se había movido para expresarles su respaldo, revela el memorando.

El texto del cable denota que los 12 diputados disidentes originales tenían como primera opción regresar a Arena, siempre y cuando este cambiara sus dirigentes. El plan B era formar un nuevo partido y había la posibilidad de una opción C, que consistía en unirse a un partido pequeño de derechas.

Este cable fue enviado por la embajada de Estados Unidos en El Salvador al Departamento de Estado de Estados Unidos seis meses antes de que se formara oficialmente el partido Gana, aunque este nació a nivel legislativo la noche del 31 de octubre, fecha en que se reestructuró la junta directiva de la Asamblea Legislativa.

En el sumario del cable, clasificado como CONFIDENCIAL, y que lleva la firma del entonces encargado de negocios de la embajada, Robert Blau, se destaca el supuesto respaldo del gobernante a la docena de diputados disidentes de Arena. «Gana ha recibido mensajes privados de apoyo del presidente Funes, pero el grupo está firme en que mantiene un orientación al estilo de Arena de centroderecha», se lee en la introducción.

Después, el documento detalla el grado de apoyo que esos mensajes reflejaron. El diputado Gallegos le dijo al consejero político de la embajada que Gana veía al presidente casi como un padre adoptivo a raíz de las conversaciones que tuvieron después del quiebre de Arena y cinco meses después de que Funes entró al cargo. «Gallegos dijo que el presidente Funes les ha expresado en privado su apoyo a los 12 diputados de Gana. Gallegos dijo que a Funes lo único que le faltó fue «adoptarlos» pero que no quería alinearse públicamente con ellos», menciona Blau.

El Faro llamó en repetidas ocasiones al teléfono celular del diputado Gallegos, pero este no contestó. Su asistente de comunicaciones dijo que el dirigente de Gana estaba indispuesto por problemas de salud y que hasta este jueves podría atender llamadas. El jefe de la bancada legislativa de Gana, Nelson Guardado, tampoco respondió las llamadas telefónicas.

Los mensajes de Funes quedaron en privado, pero su cercanía a Gana y a personajes cercanos a Gana han sido evidenciada en diferentes situaciones. El Faro reveló este lunes que el presidente Funes sustituyó a su círculo cercano de asesores que estaba integrado por los hermanos Cáceres. En su lugar, las nuevas figuras son el empresario Miguel Menéndez y Herbert Saca, a quien muchas fuentes han identificado como el verdadero líder de Gana.

En el mismo cable de la embajada estadounidense se consigna que el diputado Gallegos dijo que aunque el grupo de disidentes mantenía los mismos ideales que Arena, estos no descartaban una posible alianza entre Gana y los Amigos de Mauricio, el movimiento que dio un matiz ciudadano a la candidatura presidencial del FMLN.

El cable cierra con un comentario de Robert Blau en el que dice que el quiebre de Arena representa más que una amenaza para Funes, una posible distracción. «En cuanto al presidente Funes, la división de Arena representa más una distracción que una amenaza: ninguno de los miembros de Gana se ha alineado súbitamente con las metas extremistas del FMLN, y Funes seguirá recibiendo apoyo para propuestas más moderadas tanto de Gana como de Arena».

Entrevista a Mauricio Funes en México «represento una izquierda sensata y pragmática» (tomado de: contrapunto.com.sv)

frontfunes

Entrevista con el presidente durante su visita de Estado a México  

Por Víctor Flores García

Fotos: Ernesto Ramírez

MEXICO DF – El Presidente Mauricio Funes (51 años) cumplió este mes de junio dos años al frente del gobierno de El Salvador, de un mandato de cinco. En una entrevista celebrada en el marco de su vista a México, la semana pasada, el mandatario es enfático para disipar las dudas sobre su apuesta al modelo de Brasil, a una asociación estratégica con el presidente estadounidense Barack Obama y a un claro distanciamiento del presidente venezolano Hugo Chávez y los hermanos Fidel y Raúl Castro.

Experimentado en el arte de la argumentación cara a cara, Funes acepta mi propuesta de que, dos años después, recorramos las ideas que me expuso en un diálogo para la revista Milenio Semanal, días antes de ganar la elección en 2009  (http://www.msemanal.com/node/230), reproducida en aquella ocasión por  ContraPunto el día de su victoria.

La propuesta que le hice fue confrontar aquel intercambio que sostuvimos cuando manejaba él mismo su camioneta de campaña y lo acompañé como copiloto, con su nueva experiencia como primer mandatario de izquierda en el país centroamericano.

Con la imponente vista de la megalópolis mexicana, esta es la segunda entrevista-balance, celebrada durante casi una hora en la suite presidencial del piso 41 del Hotel Intercontinental, con el estímulo de varios cafés expresos y de un par de pequeños puros del tipo petit-corona. A petición de Juan José Dalton, ofrezco una versión extensa de la entrevista publicada este domingo en la misma revista mexicana.

Apasionado por la polémica de sus planteamientos retadores, el Presidente Funes reafirma su distancia con el FMLN, cuyo liderazgo ubica más cerca de Chávez y los Castro: “No sólo represento el proyecto de una izquierda moderada y democrática, después de mis dos años de gobierno diría también que represento una izquierda sensata y pragmática”.

Con una sonrisa irónica, se refiere a la “derecha radical” que mantiene el temor de que su gobierno tiene como rumbo del Socialismo del Siglo XXI, acuñado en Venezuela: “En estos dos años, mi gobierno no ha tomado ninguna decisión que haga pensar que el proyecto por el que hemos caminado se acerque al cubano o al venezolano”.

De la misma manera, no rehúsa explicar los pactos y acuerdos con un sector de la derecha, representada por el ex presidente Antonio Saca: Ese es “un sector moderado, una derecha popular, no populista, una derecha que no está comprometida con los intereses de grandes grupos empresariales y que no ven en el Estado una especie de aparato puesto al servicio del FMLN”.

En cambio, apunta hacia el sector “radical” del ex Presidente Cristiani como obstáculo. Esa derecha quiso poner en la mesa de los poderes del Estado las extradiciones de los responsables de la masacre de los sacerdotes jesuitas que encabezaba Ignacio Ellacuría, las cuales podría exigir la Audiencia Española y que Funes está dispuesto –me dijo- a cumplir la petición, si lo aprueba la Corte Suprema de Justicia: “Ese tema no creo que sea un problema para la derecha. Ese es un temor que tiene el ex presidente Alfredo Cristiani y el grupo de altos jefes militares que estuvieron comandando las operaciones contrainsurgentes durante la guerra”.

Identificar los obstáculos de los consensos nacionales dominó la conversación. El mayor obstáculo para los acuerdos y pactos nacionales que propone su gobierno de coaliciones, el mandatario los coloca en esos sectores de la “derecha radical”: “Hay sectores de una derecha política y empresarial que no tienen visión de país, muy temerosos, que quieren acabarse a como dé lugar al FMLN, y que desean que el Presidente de la República sea un socio para acabarse al FMLN e impedir que pueda ganar las próximas elecciones presidenciales”.

Y hablando de elecciones, aprovechó para enviar un mensaje abierto al FMLN “de hueso duro”, si piensa ganar las elecciones de 2014: “No basta con que a este gobierno le vaya bien, la población debe percibir que el próximo candidato presidencial que lleve el FMLN y que tenga las posibilidades de ganara las elecciones sea una especie de continuidad de este gobierno”. En otras palabras un moderado o un reformador.

Y dirigiéndose a esa población que podría estar desencantada por la ausencia de soluciones a las urgencias cotidianas, acepta el reto, que atribuye a la crisis global y la falta de acuerdos: “Con aquella herencia de 20 años, a dos años de gobierno estamos en un país donde los sectores populares dicen que estamos en un país donde la situación económica es peor que la de antes que llegara este gobierno”.

Esta es la entrevista completa, celebrada poco después de reunirse con el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, a quien le sacó el compromiso de aumentar sus inversiones en El Salvador en  300 millones de dólares.

ALIANZA CON EEUU Y BRASIL

¿Cómo ha sido su relación con el presidente Barack Obama, como mandatario de izquierdas  moderadas?

Para mi gobierno ha sido importante el lanzamiento del programa de Asociación para el Crecimiento, que ha hecho el presidente Barack Obama. La primera vez que me reuní con él, en marzo del año pasado en Washington, le dije que la mayor apuesta que podría hacer Estados Unidos era ver de manera distinta a los países que ha tratado como su traspatio. No debe vernos sólo como aliados para combatir el terrorismo y el crimen organizado, sino también para reducir la pobreza y la exclusión social. Así, se van a lograr tasas de crecimiento económico  sostenidas, que permitan reducir los flujos migratorios, y eso le conviene a Estados Unidos.

¿Ha cambiado el enfoque del tema migratorio de Estados Unidos con Obama?

Estos flujos no se reducen poniendo muros fronterizos, que siempre lo atraviesaninnerfunes1 o aprobando leyes antiinmigrantes o xenófobas, que siempre las burlan. La migración salvadoreña no se ha reducido después de las iniciativas antiinmigrantes que han promovido algunos estados, como Arizona o la matanza de migrantes en San Fernando, en Tamaulipas. Eso no ha desmotivado a los salvadoreños que siguen su ruta para llegar a Estados Unidos. Mientras no creemos oportunidades de educación, empleo y un mayor nivel de bienestar, los salvadoreños se seguirán marchando del país. Yo le decía a Obama que si quería reducir los flujos migratorios y los problemas de seguridad nacional debería ayudar a los países de donde salen los migrantes, para que no salgan más. Y esto no se logra impidiéndoles de manera represiva ingresar a Estados Unidos en busca del sueño que no pueden lograr en sus países de origen; sino ayudando a los países de origen, para que se creen las oportunidades para que no quede como única válvula de escape la emigración. Eso se busca con el Asocio para el Crecimiento con Estados Unidos.

¿Su apuesta es al Norte estadounidense o a la Sudamérica de Brasil?

La apuesta de El Salvador al corto y mediano plazo es diversificar sus destinos de exportación. Ha sido un error ver sólo hacia el Norte y en los dos años de mi gobierno hemos intensificado nuestras relaciones con economías emergentes que se han convertido en paradigmas del desarrollo, de manera particular Brasil. El modelo brasileño apuesta a reconstruir el tejido productivo brasileño y a invertir en los pobres. El presidente Lula da Silva, a través de los programas de combate a la pobreza y la exclusión social, logró en sus ocho años de gobierno que salieran de la pobreza 30 millones de brasileños, que se han convertido en clases medias. Él construyó un mercado interno más activo al que heredó, lo que hizo posible el crecimiento de la industria local. Cuando llegó la crisis de 2008-2009, Brasil fue de los países menos afectados porque no depende que sus productos los compren Estados Unidos o Europa, sino en la fortaleza de su mercado interno. Lula, mi amigo, al principio de su gobierno no le apuesta a los tratados comerciales, pero una vez consolidado el mercado interno, al fin de su mandato, los empieza a buscar. Él estaba interesado en el acuerdo con México, por ejemplo.

¿Sigue entonces inspirado en el modelo del Brasil heredado por Lula?

El brasileño es el modelo que debe seguir El Salvador. Hay que invertir en los pobres, para que ingresen al mercado interno y a la par hay que promover el desarrollo del sector agrícola y la industria local. Para eso hay que apoyar a la pequeña y mediana empresa. Por esa razón, ahora promovemos la creación de una banca de desarrollo que desapareció hace ya años en el país. Necesitamos que trabaje a partir de una agenda nacional que apoye a los sectores que lo necesitan. Volteamos al Sur, Brasil, pero no descuidamos al Norte, EEUU. Y ahora buscamos la creación de una banca de desarrollo, basada en el paradigma brasileño. Nos interesan alianzas con economías fuertes sin descuidar nuestra mirada al norte, pero a los EEUU hay que mirarlos de manera diferente.

EXTREMISTAS DE IZQUIERDA Y DE DERECHA

¿Cómo puede garantizar que el proyecto del FMLN no va a caminar por la línea del chavismo venezolano? 

Yo agregaría a la opinión que le expresé hace dos años, antes de ganar la elección, que no sólo represento el proyecto de una izquierda moderada y democrática, sino que después de mis dos años de gobierno diría también que represento una izquierda sensata y pragmática. Los extremismos y el radicalismo de un signo u otro no conducen a nada, menos en un país como El Salvador. Tanto puede ser un obstáculo al crecimiento y el desarrollo una izquierda radical, como lo puede ser una derecha radical. Hoy enfrentamos la oposición de un sector de la derecha radical, entronada en el principal partido de oposición ARENA y en las cámaras empresariales.

¿Existen razones para temer que usted se incline por el modelo de Hugo Chávez?

La derecha radical sigue teniendo temores infundados de que mi gobierno no tiene rumbo o que si lo tiene es el rumbo del socialismo chavista del siglo XXI. En estos dos años, mi gobierno no ha tomado ninguna decisión que haga pensar que el proyecto por el que hemos caminado se acerque al cubano o al venezolano.  Primero, porque las condiciones históricas no son las mismas; y, segundo, porque tenemos a la tercera parte de nuestra población viviendo en Estados Unidos. Por razones de carácter pragmático no podemos tomar decisiones económicas o políticas que nos enfrenten a Estados Unidos. Más ahora, cuando es uno de nuestros socios más importantes para nuestro crecimiento y desarrollo; ahora que entra en vigencia el acuerdo de asocio estratégico para el crecimiento. La derecha insiste en que vamos camino al socialismo del siglo XXI porque insiste en negar la realidad y quiere ver a mi gobierno como cooptado por el partido en el gobierno, el FMLN, cuyo liderazgo está más cerca de las ideas del Presidente Chávez y de los hermanos Castro que las ideas del Presidente Lula y la Presidenta Dilma Rousseff.

¿Usted ve en el FMLN la posibilidad de cambiar para no obstaculizar su proyecto político?

Las posibilidades de que el FMLN se convierta en una fuerza que no sea obstáculo al crecimiento al desarrollo existen. Creo que el FMLN ha dado señales de que ha tenido que adaptarse a las circunstancias y esto le llevó durante la campaña a modificar su discurso y hasta su visión estratégica. Cuando los dirigentes del FMLN dicen que no renuncian a la construcción del socialismo, habría que entender lo que quieren decir con socialismo. No se están refiriendo al socialismo cubano ni se refieren a lo que de socialismo puede tener Venezuela. Ellos, lo que están buscando es construir un modelo de sociedad donde se supere la pobreza, la exclusión social y haya mayor participación de la población en la toma de decisiones, que decida y viva en democracia, donde las instituciones seas fuertes.

¿Y ese nuevo modelo cómo se llamaría?

No importa cómo se llame eso. Si el FMLN es coherente en ese planteamiento y toma decisiones en el futuro acordes a esa posición estratégica, no me cabe duda que vamos rumbo a que el FMLN se pueda convertir en una izquierda democrática, no radical y menos aun alineada al Presidente Chávez y al Presidente Raúl Castro. La verdad es que, si uno analiza lo que ha hecho el FMLN en estos dos años, uno ve que el FMLN, como partido político, con la mayor bancada legislativa en el Congreso y habiendo construido una alianza con un sector de la derecha en el poder Legislativo, el FMLN no ha tomado una tan sola decisión que bloquee el proyecto político y el programa de gobierno que yo estoy empujando.

ACUERDO NACIONAL PLURALISTA

¿Existe la posibilidad de acuerdos con la derecha, en particular la escisión que encabezó el ex presidente Antonio Saca (2004-2009)?

Muchas iniciativas promovidas por este gobierno han contado con el apoyo del FMLN y de un sector de la derecha. Un sector moderado, con una derecha popular no populista, una derecha que no está comprometida con los intereses de grandes grupos empresariales y que no ven en el Estado una especie de aparato puesto al servicio del FMLN. Con ese sector de la derecha, el FMLN ha podido construir la aritmética necesaria para aprobar muchos de los proyectos que lleva al cabo este gobierno.

¿Cómo se perfila el cambio dentro del FMLN?

Más bien diría yo que son los mismos golpes que el FMLN se va dando cuando se enfrenta con la realidad lo que lo lleva a modificar su pensamiento y su proyecto estratégico y hasta su práctica política cotidiana. Mi candidatura es resultado de eso. El FMLN tuvo que fracasar estrepitosamente en las elecciones que ganó el presidente Antonio Saca y que perdió el candidato Shafick Handal para darse cuenta de que no iban a ganar la elección con un candidato orgánico. Entonces me buscan, a un candidato externo, a un outsider, no sólo ajeno al partido, sino ajeno a la política.

¿Su experiencia de gobierno llevará al FMLN a reeditar esa candidatura externa en 2014 o a ponerla en manos de un hombre de partido?

innerfunes2Ahora se dice que el FMLN está  pensando en un candidato más orgánico, más de hueso duro. En mi opinión, esa versión es un manejo interno para satisfacción de su base social, de su base partidaria. No creo que tengan la íntima convicción de que el próximo candidato tenga que ser un candidato de hueso duro, más alineado con las ideas de los presidentes Chávez y Castro. Por una sencilla razón: si a este gobierno le va bien, entonces el FMLN puede ganar las próximas elecciones. Y para que le vaya bien debe contar con la colaboración del FMLN y de las decisiones que tome en la Asamblea Legislativa. Pero no basta con que a este gobierno le vaya bien, la población debe percibir que el próximo candidato presidencial que lleve el FMLN y que tenga las posibilidades de ganar las elecciones sea una especie de continuidad de este gobierno. De lo contrario no va a ganar los votos necesarios de la población.

LOS OBSTÁCULOS

¿En estos dos años cuáles han sido los principales obstáculos  para que las promesas de un proyecto de izquierda moderada y pragmática se realicen?

El principal obstáculo ha sido la realidad que este gobierno heredó. Yo estaba consciente durante la campaña que uno de los problemas más complejos desde la administración pública al llegar a la Presidencia iba a ser la cantidad de demandas sociales y económicas no cumplidas a lo largo de las últimas dos décadas. La esperanza y la ilusión de la población en el cambio de gobierno era tal que la población, especialmente los sectores más desposeídos de la población, iban a demandar que los problemas se resolvieran de la noche a la mañana, que los problemas del bolsillo se resolvieran de la noche a la mañana. Ninguna economía que ha estado postrada durante 20 años va a resolverlos de la noche a la mañana. Al gobierno no se le puede pedir que los problemas acumulados, incubados y profundizados durante 20 años. Y los problemas económicos ni sociales, mucho menos el problema de la delincuencia.

¿Cómo define el país que recibió?

Nosotros recibimos un país desestructurado y uno solo puede plantearse resolver los problemas sobre la base de lo que recibe. Nosotros hemos tenido que dedicar cerca de dos años a ordenar la casa. Una vez ordenada, como creemos que la tenemos, podemos comenzar a hacer las mejoras de esa casa de tal manera que quienes vivan en ella, logren mayores niveles de bienestar. Recibimos un país totalmente quebrado, sin recursos, con problemas de caja, recibimos un país con todo el aparato productivo desarticulado, porque el modelo económico que adoptó la derecha que fue derrotada no tomó en ningún momento como prioridad el desarrollo de la base productiva nacional. Se decía que durante los primeros años del presidente Alfredo Cristiani (1990-95) la idea era crear una sólida base productiva, pero no se tomaron decisiones en ese sentido; por el contrario, se desarticuló el campo, se llevó a cabo una política con un claro sesgo anti agrícola y anti agrario.

¿En ese marco, qué puede causar que se logren consensos en el país?

Los consensos los impide la obstinación de la derecha radical. Nos encontramos con un sector agropecuario sin acceso al crédito ni a la tecnología, sin capacidad para producir. Nos encontramos con 340.000 unidades productivas campesinas dedicadas a la subsistencia sin apoyo por parte del Estado para salir de ese nivel de subsistencia. Se les entregaba semilla y fertilizantes pero se hacía con un criterio clientelar de búsqueda de votos, y muchas veces no se entregaba a quien lo necesitaba, sin acceso al crédito y la tecnología. Mi gobierno, con apoyo del gobierno brasileño y el organismo de la ONU para la alimentación, la FAO, impulsa un programa similar al de Brasil llamado Programa de Agricultura Familiar. Mantenemos el subsidio, pero no sólo eso, sino poner el crédito con la tasa de interés más baja de la región, de 6 por ciento de interés, que en la banca comercial no existe, con seguro de 100 por ciento contra pérdidas por desastres naturales.

Pero eso lo hace su gobierno en solitario, sin los consensos nacionales que le den largo aliento…

Sí, porque no hemos encontrado acompañamiento de parte del sector privado. Otro ejemplo: el plan de vivienda Casa para Todos, una de mis ofertas de campaña. Buscamos apoyo en la banca privada y nos encontramos con que no había crédito ni para las constructoras, ni para acceder a la vivienda.  Por eso debemos crear una banca de  desarrollo que facilite el crédito de sectores que no tienen acceso al crédito tradicional. Ese es el país que recibimos.

LA SOMBRA DEL DESENCANTO

¿Existe la posibilidad de un desencanto en la población ante promesas incumplidas?

Con aquella herencia, a dos años de gobierno estamos en un país donde los sectores populares dicen que estamos en un país donde la situación económica es peor que la de antes que llegara este gobierno. ¡Claro que es peor que la de antes! Porque los precios internacionales del petróleo se han disparado y nosotros importamos el cien por ciento del petróleo que consumimos; además, los precios de los mercancías tradicionales y las materias primas se han disparado y nosotros dejamos de ser productores de alimentos; importamos el 70 por ciento de arroz, 35 por ciento del frijol, casi la totalidad de las hortalizas, frutas y verduras que consumimos se importan. Tenemos que comprarlas a los altos precios de los mercados de donde se importan. Hemos encontrado incluso dificultades para comprar caro, como el frijol. La gente ve que los problemas de su bolsillo no se resuelven; pero no cae en la cuenta de que si tuviéramos un tejido productivo propio y consolidado, la realidad sería al contrario, el aumento internacional de los precios de los alimentos y materias primas nos habrían favorecido. La gente está viendo que no se le resuelve el problema del empleo; pero recibimos un país que perdió cerca de 40.000 empleos como resultado de la crisis de 2009 y ya hemos recuperado la mitad de estos. Para eso necesitamos flujos de inversión privada. En nuestro país hay capitales que están invirtiendo; pero no en El Salvador, sino fuera de Centroamérica.

En su discurso de dos años de gobierno ante el Congreso, usted comenzó hablando de la necesidad de diálogo y de consensos. ¿Cómo espera lograr el pacto nacional para la institucionalidad democrática que usted propone?

Hay que añadir que es un pacto para la productividad, para la armonía y para la convivencia democrática. Porque estamos en un punto en el cual, si no nos despojamos de nuestros intereses, sean de grupo o de partido., y si no trabajamos bajo una visión de unidad nacional no sacamos adelante el país.

¿Existe la posibilidad de una quiebra de las finanzas públicas, un cese de pagos podría obligar a todos a ese consenso?

Lo hemos planteado. Nos encontramos con un país altamente endeudado. El nivel de deuda pública con respecto al Producto Interno Bruto sobrepasaba el 45 por ciento. (El PIB de El Salvador es de unos 21.000 millones USD)

Presidente, el endeudamiento público es ahora más del 50 por ciento del PIB…

¡Claro, porque tuvimos que contratar créditos! ¿Cómo financiábamos los programas sociales? La primera apuesta fue a ordenar la casa; primero combatimos la vulnerabilidad de los sectores más deprimidos que están padeciendo la crisis, pagando el costo mayor; nos lanzamos a trabajar con ellos. Iniciamos el plan de vivienda social, el plan Casa para Todos, el Programa de Apoyo Temporal al Ingreso dirigido a jóvenes, y jefas de hogar en los municipios más pobres del país; la pensión básica universal para adultos mayores de 70 años que nunca han cotizado en su vida y no tenían accesos a una pensión. Mantuvimos el acceso al subsidio al gas y lo focalizamos, sacando a aquellos sectores que pudiesen pagar  a precio de mercado; mantuvimos el subsidio al transporte para que no se dispararan las tarifas; mantuvimos el subsidio a la energía eléctrica, aun cuando el 48 por ciento de la energía que producimos es generada a base de combustible fósil, encarecida por el aumento a los precios del petróleo. Ahora que hemos atendido las urgencias de los sectores más vulnerables es el momento de lanzarnos a apoyar el crecimiento productivo del país.

¿Pero qué pasa si los acuerdos siguen ausentes…?

… Lo que pasa es que tenemos que buscar los recursos fiscales. Tenemos uninnerfunes3 país con una de las cargas tributarias más bajas de la región. No llegamos ni siquiera al 14 por ciento del PIB.

Usted se ha propuesto elevarlo en cinco puntos al final de su mandato…

Esa es la meta, pero para ello debemos vencer las resistencias del sector privado y de las cámaras empresariales. Por eso, mi llamado es a un pacto por la productividad, la armonía y la convivencia democrática. Va dirigido no sólo a los sectores sociales que entienden que no basta con ponerle presión al gobierno, porque harían quebrar al gobierno, pero los sectores productivos deben entender también que deben dar un aporte mucho mayor. Hemos planteado  para los próximos meses la construcción de un pacto fiscal, que va avanzando entre dificultades.

Todo eso ocurre en el marco de un grave problema de seguridad pública…

Hicimos un diagnóstico de la seguridad pública y nos dimos cuenta de que necesitamos una estrategia que implica un presupuesto extraordinario que para los próximos años es del orden de los 380 millones de dólares. Es lo que hace falta para fortalecer nuestras policías, la capacidad del ejército en el terreno, fortalecer la seguridad pública, el trabajo de inteligencia policial, perfeccionar los  fiscales y aparatos de investigación, disputar el territorio a las pandillas y llevar a cabo algo único en su género de reclutamiento entre 16 y 24 años. Esa es una nueva modalidad de servicio de protección civil sin armas, donde los jóvenes percibirían un salario y los sacamos del semillero de las pandillas. Y ese dinero sólo puede venir de dos vías: préstamos y cooperación que se agotan o de un propio esfuerzo sobre la base de aumentar la carga tributaria. Por eso he planteado un presupuesto extraordinario de seguridad para los grandes patrimonios, valuados arriba de los 500.000 dólares, patrimonios libres de pasivos y de deudas. Pero esa idea ya comenzó a tener resistencia de parte de los empresarios.

EL TEMOR DE LA DERECHA RADICAL

¿Cuál es el principal obstáculo a remover para lograr ese pacto?

En el proceso de toma de decisiones políticas del país hay sectores de una derecha política y empresarial que no tienen visión de país, muy temerosos, que quieren acabarse a como dé lugar al FMLN. Esa derecha desea que el Presidente de la República sea un socio para acabarse al FMLN e impedir que pueda ganar las próximas elecciones presidenciales. Hay que hacer entender a esta derecha radical que puede tener otra visión, que puede ser oposición, pero necesitamos una oposición que construya puntos de entendimiento. Y ese es el obstáculo que habrá que remover.

¿La posibilidad de derogar la amnistía que se decretó al final de los acuerdos de paz de 1992, de parte de la Sala Constitucional del poder Judicial puede ser un factor que impide los acuerdos?

La amnistía no es ningún problema. En primer lugar, los delitos de lesa humanidad no están amnistiados. El caso de los jesuitas masacrados en 1989 y el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero (1980) no lo cubre la amnistía, la amnistía no protege a quienes cometieron abusos de poder en el pasado y perpetraron delitos de lesa humanidad. No los protege.

¿Usted extraditaría a los militares que son procesados en la España por el caso de los jesuitas?

Con o sin amnistía, si la orden de detención decretada por el juez Eloy Velasco de la Audiencia Española se hace efectiva en el país, esos 20 jefes miliares van a tener que ser detenidos por la policía, siguiendo un procedimiento que viene desde la Interpol y vamos a tener que solicitar la autorización de la Corte Suprema de Justicia para decidir si se pueden o no extraditar. Así es.

¿El tema de las extradiciones es un problema para la derecha que acepte acuerdos con usted?

No creo que eso sea un problema para la derecha. Ese es un temor que tiene el ex presidente Alfredo Cristiani y el grupo de altos jefes militares que estuvieron comandando las operaciones contrainsurgentes durante la guerra. Lo dijo el mismo partido ARENA cuando modificó el procedimiento de la Sala Constitucional para que sus acuerdos ya no fueran por mayoría calificada, cuatro de cinco jueces, sino por consenso de cinco. ARENA dijo que la Sala de lo Constitucional le había dado garantías de que la ley de amnistía no se declararía inconstitucional y que, por el contrario, se iba a defender y a proteger.

Presidente, le quedan tres años por delante, ¿cómo quiere ser recordado cuando terminen esos tres años?

Como un presidente que institucionalizó una nueva forma de ejercer el poder desde el Estado, un presidente que no sirve a los intereses corporativos de grupos económicos, ni a los intereses partidarios, sino que a los intereses del país. Como un presidente que aun cuando fue candidato de un partido de izquierda, y tiene una trayectoria de izquierda ha logrado entendimiento con sectores de la derecha, y ha podido gobernar con la derecha. Como un presidente a quien no le interesa defender  las visiones ideológicas que están detrás de las decisiones que se toman, sean de derecha o de izquierda, sino que lo importante es que sea de interés nacional. Como un presidente que logró reconstituir el tejido productivo del país y que pudo sacar a muchos pobres de la pobreza, dándoles capacidad de consumo y un mayor nivel de bienestar. Un presidente que pudo reducir los niveles de delincuencia que heredó.

¿Golpe de Estado técnico en El Salvador?

“Este es un día trágico para El Salvador, para nuestro proceso de democratización. Estamos de luto. Nos presentamos como una república donde se pueden realizar golpes de Estado técnicos, porque anular el equilibrio de poderes, prácticamente cesando el funcionamiento del tribunal constitucional, no es ni más ni menos que un golpe de Estado técnico”.

Estas palabras no pertenecen a un bloguero exaltado o a un vocero de eso partiditos de ultraizquierda que en América Latina crecen como hongos. Son palabras pronunciadas por Sigfrido Reyes, el presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, el llamado primer órgano del Estado. Reyes va incluso más allá: “Esto puede entrar en abierto conflicto con la Carta Democrática Interamericana que el país ha firmado, y justo en el momento en el que estamos albergando una Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA)”. Y una más: “Con lo consumado en las últimas horas, prácticamente la República queda en entredicho”.

Pero, ¿qué es esto que ha sucedido en El Salvador para que el presidente de la Asamblea hable así? Resumido en una frase, esto: el bloque de diputados de derecha –conformado por los partidos ARENA, GANA, PCN y PDC– confabuló con el presidente de la República, Mauricio Funes, para aprobar un decreto transitorio que en la práctica inhabilita la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

Pero para entenderlo mejor, conviene contextualizar un poco: formalmente El Salvador es una democracia, con una legislación progresista en muchos ámbitos, pero arrastra un serio déficit de consolidación institucional. La Corte Suprema de Justicia no escapa a esta situación, pero en julio de 2009 pasó algo inesperado: llegaron a la Sala de lo Constitucional cuatro magistrados no amarrados a ninguna sigla política –algo extraño en El Salvador– y comenzaron a desempolvar buena parte de los expedientes que llevaban años engavetados porque afectaban a intereses sensibles (léase intereses de la influyente oligarquía y de los partidos políticos que canalizan sus demandas). Declararon inconstitucional la arbitraria y oscura reasignación de fondos entre los distintos ministerios, lo que incomodó al Gobierno; declararon inconstitucional unos artículos que permitían calumniar y difamar sin responsabilidad penal a los opinadores, lo que incomodó a los dueños y gerentes de los medios de comunicación afines al establishment; declararon inconstitucional la parte del sistema electoral que impedía el voto directo y las candidaturas independientes, lo que incomodó a todos los partidos políticos, sin excepción; y declararon inconstitucional un decreto legislativo que revivió los partidos PCN y PDC, que la ciudadanía hizo desaparecer en las urnas, lo que incomodó aún más a los partidos políticos, otra vez sin excepción. En definitiva, los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional llevan casi dos años desatascando una de las cloacas del sistema político salvadoreño, demasiado atrevido quizá para la aún renqueante democracia salvadoreña.

El jueves 2 de junio se cocinó lo que a juicio de Reyes es un golpe de Estado técnico. Los diputados de derecha aprobaron con dispensa de trámite una reforma legal para obligar a que las sentencias de la Sala de lo Constitucional se aprueben por unanimidad, conscientes de que el quinto magistrado es alguien de la vieja guardia, por decirlo de alguna manera, y con su voto evitará que sigan apareciendo declaratorias de inconstitucionalidad sobre todos los chanchullos inconstitucionales que durante años, durante décadas, se acordaron entre bastidores.

Pero en un país presidencialista como El Salvador, ese decreto era inviable sin el aval del presidente de la República. Funes no solo no vetó la reforma, sino que la sancionó el mismo día que se aprobó y reservó el espacio en el Diario Oficial para que entrara en vigencia de inmediato, sin tener que esperar los 15 días que establece la ley. Funes, el periodista que llegó al poder con la bandera del izquierdista Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), sabía, validó y es parte sine qua non de la inhabilitación –en la práctica– de la Sala de lo Constitucional para los próximos dos años.

La nota anecdótica-jocosa de este atentado a la independencia de poderes la reveló el propio presidente de la Asamblea, Reyes, quien destapó que, por las prisas, el decreto legislativo que quiebra las alas a los cuatro magistrados se fue con un error de bulto: se presenta el país como la REPÚBUCA de El Salvador. “Su desesperación era tanta que ni siquiera se percataron de que le estaban cambiando el nombre a nuestra nación”, dijo Reyes.

Destapado el tarro de los despropósitos, todo esto está ocurriendo en vísperas de la 41ª Asamblea General de la OEA, que arranca este domingo 5 de junio en San Salvador, y que tiene como uno de sus platos fuertes la reincorporación de Honduras, dos años después de que en el vecino país ocurriera un golpe de Estado, militar en aquella ocasión.

(www.cronicasguanacas.blogspot.com)

La relación Narco – Estado en El Salvador, la nube se disipa gracias a publicación de ElFaro.net

Funes admite conexiones del ‘narco’ con el Estado salvadoreño

El periódico digital ‘El Faro’ ha desvelado la existencia del cartel de Texis

JUAN JOSÉ DALTON //elpais.com

El Salvador y el narcotráfico

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en un acto político el lunes- ROBERTO ESCOBAR (EFE)

Lo que nunca hicieron anteriores gobernantes en El Salvador, lo ha hecho el actual presidente Mauricio Funes al reconocer públicamente la existencia en su país de un cartel de narcotraficantes que tiene nexos con la institucionalidad del Estado, así como con las pandillas maras, y sirve de trampolín para catapultar la cocaína desde Colombia hasta Estados Unidos, donde el mercado está asegurado.

  Funes confirmó a periodistas locales y extranjeros, en un foro periodístico internacional celebrado el lunes, la existencia de una amplia red de narcotráfico en la zona norte y noroeste de El Salvador, llamada cartel de Texis -relativo al municipio norteño de Texistepeque- en la que están implicados empresarios, alcaldes, diputados, policías y jueces. Asimismo, aseguró que también se indaga acerca de la presencia en esta nación del grupo narcotraficante y de sicarios conocido como Los Zetas, de México, que tiene presencia activa en la vecina Guatemala.

El mandatario confirmó, pero al mismo tiempo fue cauteloso, la publicación de un extenso reportaje del periódico digital El Faro, que desvela la existencia y la actuación del cartel, el cual estaría encabezado por dos empresarios, José Adán Salazar Umaña, alias Chepe Diablo, y Roberto Antonio Herrera, alias El Burro.

El Faro asegura que las investigaciones policiales sobre este cartel datan del año 2000 y en ellas han participado progresivamente cinco exdirectores de la Policía Nacional Civil (PNC), así como el actual, Carlos Ascencio, quien, al parecer, tiene instrucciones de ponerle freno. Las investigaciones dan cuenta de que el actual alcalde del municipio de Metapán, Juan Umaña Samayoa, del conservador Partido de Conciliación Nacional (PCN), también es señalado como dirigente del cartel delictivo.

El periódico indica que sus fuentes son de la inteligencia del Estado y que ha realizado un minucioso trabajo de investigación de más de cuatro meses. Los informes de la Organización de la Inteligencia del Estado (OIE) contarían con la cooperación de la policía salvadoreña y de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), fuentes que sostienen que la droga que maneja el cartel de Texis pertenece a grupos ilegales de Colombia, que también están enraizados en Honduras.

En el cartel de Texis estarían involucrados, además, varios jueces, un exdirector de la policía, así como tres comisionados en activo y varios jefes de la delegación y subdelegación de PNC. Un jefe de la misma PNC, que prefirió el anonimato, apuntó a EL PAÍS que todos los mencionados en el reportaje de El Faro están actualmente bajo investigación, incluido su exdirector José Luis Tobar Prieto, quien estuvo en el cargo hasta 2009, cuando se produjo el cambio de Gobierno, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) al izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Otras figuras que aparecen señaladas son el diputado del Partido de Conciliación Nacional, Reynaldo Cardoza; la exgobernadora departamental de Santa Ana y candidata por ARENA a la alcaldía de esa ciudad, Patricia Costa de Rodríguez; el alcalde de Texistepeque, Armando Portillo Portillo; y el exdiputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), José Salvador Cardoza, entre otros políticos activos.

Esos informes y declaraciones revelan que el cartel de Texis lleva siendo investigado por la policía desde hace más de diez años, pero «hubo dificultades» para detener a sus integrantes y la fiscalía no ha podido o no ha querido judicializar los casos, dice el reportaje de El Faro, medio que recientemente recibió en España un Premio Ortega y Gasset de periodismo.

Funes no quiso ahondar en detalles sobre este asunto, en una entrevista que en San Salvador le hizo la periodista mexicana Carmen Aristegi, de CNN, que participa en esta capital en un foro internacional de periodistas. Funes aseguró que durante su Administración el Estado salvadoreño, a través de la policía, ha estado investigando «de forma profusa y minuciosa» y que las investigaciones se pondrían en manos de la fiscalía sin menospreciar quién resulte involucrado.

«Yo no puedo dar cuenta de lo que han hecho administraciones anteriores y por qué en administraciones anteriores no se ha avanzado», dijo Funes, que añadió que la responsabilidad de llevar el caso a la justicia, si se encuentran las suficientes pruebas, corresponde a la Fiscalía General de la República (FGR) y al Órgano Judicial.

La presidencia de la Corte Suprema Justicia (CSJ) emitió un comunicado el lunes en el que informó de que se indagará para determinar si es pertinente abrir una investigación a los jueces mencionados en el reportaje como cómplices del cartel.

La Sentencia completa de La Corte Suprema de Justicia de El Salvador que sentencia a muerte al PDC y del PCN

Los magistrados de la Sala de lo Constitucional determinaron este viernes que los dos partidos más longevos de El Salvador deben desaparecer. Sus integrantes, si lo desean, deben hacer el proceso de inscripción ante el Tribunal Supremo Electoral si desean participar en las elecciones legislativa y municipal de 2012.

Sergio Arauz

elfaro.net

Los magistrados la Sala de los Constitucional firmaron este viernes por la tarde una sentencia que supone la desaparición del Partido Demócrata Cristiano y del Partido de Conciliación Nacional, dos partidos que en las elecciones presidenciales de 2004 no alcanzaron el 3% de los votos que exigía la ley electoral en ese momento para sobrevivir.

Tal como informó en primicia El Faro hace tres semanas, la sentencia declara inconstitucional un decreto legislativo de enero de 2005, el 586, que sirvió para revivir a dos partidos que a la luz del Código Electoral se debieron haber extinguido el año anterior.

La Sala ordena al Tribunal Supremo Electoral la cancelación de los dos partidos: “El TSE debe iniciar el proceso de cancelación de los partidos políticos que no alcanzaron el porcentaje mínimo establecido en la legislación que regulaba el evento electoral en cuestión”, dice el fallo.

Los magistrados argumentan que los resultados electorales fueron claros y deben ser respetados: ”El sufragio permite reflejar el rechazo tácito de otras ofertas electorales que no satisfacen sus expectativas, idea central en toda democracia que garantiza en el electorado la última palabra en el traslado de la responsabilidad política hacia los funcionarios electos por voto popular.”

Dice la sentencia: “En consecuencia, el TSE deberá iniciar el procedimiento de cancelación de los partidos políticos que no alcanzaron los porcentajes establecidos por el CE en las elecciones presidenciales del año 2004; y tales partidos no podrán beneficiarse de los requisitos establecidos en el mencionado inc. 1° del art. 1, D. L. 586/2005, sino que deberán inscribirse con los mismos requisitos que se exigen actualmente a los demás partidos políticos.”

Hace siete años, una vez conocido el resultado de la elección, el TSE inició el proceso de desinscripción y entonces PDC y PCN acudieron a la Sala de lo Constitucional a pedir que les amparara. Los magistrados, entonces, ordenaron la suspensión del proceso de desinscripción mientras emitían una sentencia firme. Al final concedieron la razón a ambos partidos, que argumentaban que el texto del Código Electoral que disponía la supresión de partidos con escasez de votos atentaba contra el texto de la Constitución, porque esta dice que el sistema político salvadoreño es «pluralista». Según PDC y PCN, la desaparición de ambas organizaciones, más la de Centro Democrático Unido -que tampoco logró el 3% de los votos válidos- iba a dejar vivos solamente a Arena y FMLN, y eso ya no era pluralismo.

Posteriormente, en enero de 2005, la Asamblea Legislativa emitió el decreto 586 que dispuso que a PDC y PCN les sería suficiente presentar 3 mil firmas de ciudadanos para mantenerse con vida.

Ahora la Sala no solo considera que PDC y PCN debieron desaparecer tras la elección presidencial de 2004, sino que el decreto 586 no es válido para que puedan acogerse a él en este momento.

Dice la sentencia: “Tales resultados son coherentes con las intenciones de voto democrático y con la finalidad de representación orgánica e institucional que los partidos debieron acreditar para poder subsistir, lo cual no fue alcanzado por algunos de ellos.” Aparte de ordenar al TSE que cancele a los partidos, los magistrados también ordenan al Tribunal Supremo Electoral que les exija el número de firmas que se le exige a todos los partidos políticos en la actualidad, es decir, 50 mil firmas de respaldo para lograr de nuevo su inscripción.

Según el Código Electoral, para convertirse en partido político, los interesados deberán presentar al menos 50 mil ciudadanos afiliados a la organización. Es decir, que para participar en las elecciones del próximo año, el PDC y el PCN deben empezar a recolectar firmas de afiliaciones y presentarlas antes de que cierre el plazo de inscripción.

Cuando en 2004 PDC y PCN argumentaron que su desaparición atentaba contra el sistema pluralista que prescribe el artículo 85 de la Constitución, ya había incontables casos de partidos desaparecidos a raíz de la disposición del Código Electoral, y era frecuente el nacimiento de nuevas organizaciones con cada nuevo proceso eleccionario.

Además, en contra de ambos partidos corría el hecho de que la desaparición de un partido no inhibe o prohíbe el surgimiento de otras. Aún así, la Sala de lo Constitucional que entonces presidía Agustín García Calderón, amparó a ambas organizaciones.

Luego vino el decreto 586 y pocas semanas más tarde seis abogados demandaron ante la Sala de lo Constitucional a la Asamblea Legislativa, argumentando que el decreto 586 violaba la Constitución porque las leyes en El Salvador no son retroactivas. Según los demandantes, el decreto de salvataje pretendía modificar las reglas de juego con que todos los partidos habían accedido a competir un año antes.

Antes de que la sentencia fuera declarada firme este viernes, la Asamblea Legislativa ya había declarado un receso en su sesión plenaria. Algunos legisladores habían planteado en julio de 2010 y en meses subsiguientes que se reservaban la posibilidad de dar un golpe en la Sala de lo Constitucional destituyendo o trasladando a los magistrados, después de que estos también habilitaron las candidaturas independientes para 2012 y declararon inconstitucional el mecanismo por medio del cual las cúpulas partidarias son las que prácticamente eligen a los diputados actualmente, más allá de la voluntad del electorado.

El Partido Demócra Cristiano es la organización partidaria más longeva de El Salvador. Fue fundada en 1960, y un año más tarde nació el Partido de Conciliación Nacional. Ambos partidos son de derecha y una vez perdieron la presidencia de la República (el PCN en 1979, tras el golpe de Estado, y el PDC en 1989, cuando Arena ganó su primera elección presidencial) se fueron debilitando paulatinamente hasta llegar al abismo de 2004.

En los últimos años, PCN y PDC han sido tradicionales aliados del partido Arena, formando un bloque de derecha implacable en la Asamblea Legislativa. Sin embargo, la ruptura de Arena en 2009 cambió el mapa legislativo y ahora el partido de los disidentes areneros, Gana, se ha convertido en una pieza que o bien se acomoda con el bloque de derecha o bien con el FMLN.

Si PDC y PCN no lograran inscribirse a tiempo para las elecciones de 2012, por ahora solo quedarían vivos FMLN, Arena, Gana y Cambio Democrático.

La sentencia.

Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, San Salvador, a las trece horas con quince minutos del día veintinueve de abril de dos mil once.

El presente proceso constitucional fue promovido mediante demanda, presentada el día 22-IV-2005, por los ciudadanos María Silvia Guillén, Abraham Atilio Abrego Hasbún, Danilo Ernesto Flores López, Ligia Verónica Guevara Ventura, Gerbert Marcelo Marquelli Canales y Ruth Estela Valenzuela de García, a fin de que este Tribunal declare la inconstitucionalidad del Decreto Legislativo n° 586, de 19-I-2005, publicado en el Diario Oficial n° 23, de 2-II-2005 (D. L. 586/2005, en lo sucesivo), por la supuesta violación al art. 21 de la Constitución.

El Decreto impugnado prescribe:

Art. 1.- Las fuerzas políticas que a la fecha cuentan con representación legislativa y municipal y que por los resultados electorales de la elección presidencial de marzo de 2004, no alcanzaron los porcentajes regulados en los numerales tres y siete del Art. 182 del Código Electoral, y que como consecuencia de ello hubiere sido cancelada su respectiva inscripción como Partido Político por parte del Tribunal Supremo Electoral, podrán inscribirse nuevamente contando con un número de tres mil afiliados y sus respectivas firmas, debiendo usar, durante el proceso de inscripción, los mismos nombres, divisas, emblemas, siglas y colores que les identificaban como partidos políticos.

A los partidos políticos que participaron en la elección presidencial de marzo de 2004, no les serán aplicables, los ordinales 3 y 7 del Art. 182 del Código Electoral, como efecto de los resultados obtenidos en dicha elección.

Han intervenido en el proceso, además de los demandantes, la Asamblea Legislativa y el Fiscal General de la República.

I. En el trámite del proceso los intervinientes expusieron lo siguiente:

1. Los demandantes manifestaron que el D. L. n° 586/2005, vulnera los arts. 185 y 86 –que consagran el principio de legalidad–; 21 –que reconoce el principio de irretroactividad de la ley–; y 1 inc. 1° –que se refiere a la seguridad jurídica–, todos de la Constitución.

En cuanto a la violación del art. 185 Cn., expusieron que la Asamblea Legislativa inaplicó las disposiciones legales vigentes al 19-I-2005, es decir, el art. 182 del Código Electoral (CE), al promulgar el inc. 2° del art. 1 del D. L. 586/2005, lo que constituye una violación al principio de separación de Órganos, puesto que ha existido una injerencia del Legislativo en las atribuciones del Judicial.

La Asamblea Legislativa ha incurrido en un evidente exceso –dijeron–, pues la facultad de declarar inaplicables normas jurídicas, sólo se encuentra reservada para los tribunales al ejercer la facultad de administrar justicia; por consiguiente, si bien resulta inobjetable que cualquier poder público u organismo descentralizado tiene facultad para interpretar la Constitución y aplicarla en los casos que corresponda, la Asamblea Legislativa no puede arrogarse una potestad como la de declarar inaplicables normas infraconstitucionales.

Con dicha actuación –afirmaron– se vulnera también el principio de legalidad, puesto que la Asamblea Legislativa se extralimita en las facultades que le otorga el art. 131 Cn., y contraviene lo dispuesto en el art. 86 inc. 3º Cn., en tanto que los funcionarios del gobierno son delegados del pueblo y no tienen más atribuciones que las que expresamente les da la ley.

Alegaron, además, que el referido Decreto viola el contenido del art. 21 Cn., es decir, el principio de irretroactividad de la ley, puesto que norma actos ocurridos el 21-III-2004, sin que lo anterior constituya alguno de los supuestos de retroactividad permitidos constitucionalmente.

Agregaron que el principio de irretroactividad de las leyes es directamente consecuencia de la seguridad jurídica, que exige que las situaciones o derechos nacidos al amparo de un ordenamiento jurídico positivo no sean modificados por una norma posterior; en consecuencia, la violación de dicho principio constituye, además, violación a la seguridad jurídica.

Asimismo, manifestaron que –en técnica legislativa– la seguridad jurídica exige que las normas y las situaciones que en ellas se contemplan gocen de cierta estabilidad y sean modificables sólo en la forma prevista en las leyes. Por el contrario, la inseguridad jurídica proviene de la mala técnica legislativa, de la inadecuada actuación de los poderes públicos y de la injustificada inestabilidad de las instituciones jurídicas.

2. Efectuado el análisis sobre la admisibilidad de la demanda, se previno a los actores, en fecha 6-V-2005, para que aclararan los términos de la impugnación del D. L. 586/2005 respecto de la supuesta violación al art. 86 Cn., lo cual fue cumplido mediante escrito de 13-V-2005.

Mediante auto de 9-XII-2009, se declaró improcedente la pretensión en cuanto a la supuesta vulneración a los arts. 86 y 185 Cn., puesto que, entender que la Asamblea está inaplicando algunas disposiciones por vicios de inconstitucionalidad y usurpando con ello atribuciones del Órgano Judicial, constituye una interpretación irrazonable; y en relación con la violación a la seguridad jurídica –arts. 1 y 2 Cn.–, se declaró igualmente improcedente al alegarse un enfoque genérico respecto del motivo específico, relativo a la violación al art. 21 Cn.

Sin embargo, se admitió la demanda circunscrita al control del D. L. 586/2005, por la supuesta violación al art. 21 Cn.

3. Al rendir el informe que le fue solicitado, la Asamblea Legislativa expuso que el principio de irretroactividad de las leyes admite excepciones, y la primera es el caso de aplicación retroactiva cuando se trata de materias de orden público.

Expuso que el orden público es sinónimo de orden jurídico de un Estado, como conjunto de leyes y decretos que regulan y tratan de armonizar la relación de los individuos dentro de la sociedad en un momento dado; y como conjunto de normas integrantes del derecho positivo, que establece las libertades y garantías generales del individuo en sus relaciones privadas y públicas.

Además, acotó que las leyes de orden público, por su misma naturaleza, tienen por objeto mantener un clima de confianza, estabilidad y garantía general.

En ese sentido, afirmó que el D. L. 586/2005 es de orden público, y es expresamente retroactivo para las elecciones presidenciales que se desarrollaron en el año 2004. A su juicio, “si el legislador no se hubiere pronunciado por la emisión del Decreto hoy impugnado, se estaría violando los derechos adquiridos por parte de las fuerzas políticas que a la fecha cuentan con representación legislativa y municipal, y que por los resultados electorales de la elección presidencial de marzo de 2004, no alcanzaron los porcentajes regulados en los números 3° y 7° del art. 182 del Código Electoral, y que como consecuencia de ello hubiere sido cancelada su respectiva inscripción como partidos políticos por parte del Tribunal Supremo Electoral, podrán inscribirse nuevamente contando con un número de 3,000 afiliados y sus respectivas firmas, debiendo usar durante el proceso de inscripción, los mismos nombres, divisas, emblemas, siglas y colores que los identifiquen como partidos políticos”.

Afirmó, asimismo, que se estaban protegiendo los derechos adquiridos de los funcionarios que se habían asociado para constituir partidos políticos de acuerdo con la ley o ingresar a los ya constituidos, tal como lo establece el art. 72 ord. 2º Cn.

Por otra parte –dijo–, el art. 80 Cn. establece que el Presidente y Vicepresidente de la República, los Diputados a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano, y los miembros de los Concejos Municipales, son funcionarios de elección popular; por consiguiente, se les están protegiendo, de igual forma, sus derechos adquiridos ganados en su respectiva elección.

Por lo que, lejos de violentarse el art. 21 Cn., se configuró la excepción constitucional que establece que las leyes no pueden tener efecto retroactivo salvo en materia de orden público, y en el presente caso, el D. L. 586/2005, es de orden público.

4. Al contestar el traslado conferido de conformidad con el art. 8 de la Ley de Procedimientos Constitucionales (L. Pr. Cn.), el Fiscal General de la República afirmó que el Decreto impugnado no es de orden público, pues su texto no lo determina como tal, ni tampoco el CE se ha catalogado como una ley de orden público por el Órgano legisferante.

A su juicio, los pretensores han hecho una interpretación equivocada de lo que trata de resolver el Decreto impugnado: la reducción de requisitos para una nueva inscripción, ante la inminente cancelación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el objeto de mantener un sistema político pluralista, el cual únicamente se expresa por medio de los partidos políticos, quienes recogen la diversidad de expresiones ideológicas que convergen en los procesos electorales.

El Decreto impugnado –concluyó– trata de regular las situaciones que ocurrieron en el año 2004, para que surta sus efectos hacia futuro; por ende, el mismo no debe entenderse de carácter retroactivo. Y solicitó a esta Sala que “en sentencia definitiva declaréis la constitucionalidad del art. 182 ords. 3° y 7° del Código Electoral, contenido en el Decreto Legislativo n° 586, de fecha 19 de enero de dos mil cinco, publicado en el Diario Oficial n° 23, tomo 366, de fecha 2 de febrero del mismo año, mediante el cual se habilita a los partidos políticos que no alcanzaron los porcentajes regulados”.

II. Luego de expuestos los motivos de inconstitucionalidad señalados por los demandantes, así como los argumentos de la Asamblea Legislativa y del Fiscal General de la República, corresponde resumir los términos del contraste normativo aducido y la justificación de la autoridad demandada, para luego enunciar el orden lógico de esta decisión.

1. El art. 1 inc. 1° del D. L. 586/2005 establece, primero, que los partidos políticos que al 19-I-2005 contaban con representación legislativa y municipal, y que hubiesen sido cancelados por no alcanzar los porcentajes regulados en los ords. 3° y 7° del art. 187 CE, podrían inscribirse nuevamente contando con un número de tres mil afiliados y sus respectivas firmas.

Por su parte, el inc. 2° del mismo artículo establece que a los partidos políticos que participaron en la elección presidencial del marzo de 2004, no les serían aplicables los ords. 3° y 7° del art. 182 CE, como efecto de los resultados obtenidos en dicha elección.

A. Los actores sostienen la inconstitucionalidad por violación al principio de irretroactividad, pues consideran que se pretende un efecto retroactivo del inc. 2° del art. 1 del Decreto citado, al dejar sin aplicación los ords. 3° y 7° del art. 182 CE, regulando así actos ocurridos el 21-II-2004, sin que lo anterior constituya una de las excepciones prescritas para la existencia de retroactividad de la ley de acuerdo con la Constitución: orden público o ley penal más favorable.

B. La Asamblea Legislativa admitió el efecto retroactivo del art. 1 del D. L. 586/2005, bajo la idea que se trata de una materia de orden público, que tiene por objeto garantizar los derechos adquiridos de los partidos políticos que participaron en las elecciones de marzo de 2004, así como los derechos adquiridos de los funcionarios que participaron en las elecciones a través de dichos partidos.

2. Delimitados los términos de la contradicción constitucional alegada y la defensa de la autoridad demandada, en la presente decisión se definirán: (III) los aspectos de la seguridad jurídica en el ámbito de la producción de normas; para luego exponer (IV) la noción de una de sus manifestaciones concretas, el principio de irretroactividad y sus excepciones constitucionalmente admitidas; y con base a ello, (V) dilucidar la constitucionalidad de la disposición impugnada.

III. 1. Como forma concreta de ejercicio del poder en nuestra sociedad, el Estado descansa en gran medida sobre la idea de la seguridad jurídica. La situación ideal sería la actuación racional y fundada de los otros actores públicos y privados; sin embargo, la realidad cotidiana demuestra que para lograr este comportamiento de los demás, y específicamente del poder público, es necesario tomar medidas institucionales y reglamentarias, así como articular principios que disciplinen su funcionamiento.

En cuanto definidora de un status de certeza para el individuo en sus relaciones con el poder público, la seguridad jurídica se manifiesta en los más diversos campos y respecto de todos los Órganos del Estado, lo que resulta una consecuencia lógica y necesaria de su carácter de valor estructurador del ordenamiento jurídico, pues pretende asegurar la estabilidad en la actuación pública, en relación con las legítimas expectativas de los ciudadanos y la sociedad en el mantenimiento y permanencia de lo ya realizado o declarado.

Ahora bien, es preciso afirmar que este valor no es absoluto, pues de lo contrario el ordenamiento jurídico existente se congelaría al impedirse su necesaria renovación y adaptarlo a las circunstancias de tiempo y espacio. La seguridad jurídica como valor no ampara, por tanto, la preservación indefinida del régimen jurídico que se establece en un momento histórico determinado.

2. Una primera aproximación a la seguridad jurídica –como valor estructural– se centra en el proceso previo de creación y articulación del Derecho a fin de conseguir la certeza de éste y la mayor calidad técnica del mismo.

Desde este punto de vista, son varios los principios que se suman a la lista de concreciones de la seguridad jurídica como valor fundamental en la estructuración del Estado; así pueden mencionarse los principios de certeza y claridad legislativa, y el principio de irretroactividad de las leyes, todos ellos con una relación muy estrecha.

En conexión con lo anterior, y sobre la convicción de la necesidad de conocer de una forma previa las consecuencias de los actos estatales, la Constitución salvadoreña recoge en el art. 1 la seguridad jurídica, el cual sirve de punto de partida al art. 21 Cn., que expresa, de otro lado, la prohibición, por regla general, de retroactividad de las emisiones normativas.

3. En ese sentido, adquieren relevancia algunos elementos de las disposiciones jurídicas, como caracteres representativos de seguridad jurídica:

A. Así, el primer requisito de la norma escrita debe ser el de su validez, pero, junto a ello, debe garantizarse su conexión con el resto del sistema jurídico.

Una disposición jurídica es válida, cuando ha sido emitida de acuerdo a los cánones de producción normativa establecidos; por tanto, son las normas sobre producción jurídica las que regulan las competencias normativas de diversos órganos, los procedimientos que deben seguirse para generar las distintas fuentes, y la potencialidad material de cada fuente del Derecho.

En ese sentido, la exigencia de certeza impone a los poderes públicos la obligación de que la producción de normas se ajuste a las pautas preestablecidas por el sistema jurídico del país, lo que redundará en la identificación objetiva de cuáles leyes han sido emitidas y cuáles de sus alteraciones son válidas, así también se permitiría saber si el ingreso de cualquier modificación legal ha sido regular conforme al sistema.

B. Por su parte, la vigencia implica la pertenencia actual y activa de una disposición en el ordenamiento jurídico, de manera que es capaz de regular todas las situaciones subsumibles en su supuesto de hecho, toda vez que haya sido publicada y concluido su período de vacatio legis.

En otras palabras, la vigencia de las disposiciones es el intervalo de tiempo durante el cual una disposición jurídica pertenece al sistema y es susceptible de ser aplicada. La cualidad de imponer en la realidad las consecuencias previstas en las disposiciones empieza desde el momento de su publicación o difusión oficial del cuerpo normativo que las contiene, más el lapso de vacatio legis.

A partir de tal suceso, y no antes, las disposiciones contenidas en las leyes se vuelven jurídicamente aplicables, vale decir, producen efectos normativos hacia el futuro.

IV. Como se apuntó anteriormente, el principio de irretroactividad de las leyes figura como una concreción de la seguridad jurídica como valor fundamental.

1. Sobre el mismo, es pertinente tener en cuenta que, ya sea de forma expresa o tácita, todas las disposiciones jurídicas se refieren a intervalos temporales, en su supuesto y en su consecuencia.

El momento en que acontecen los supuestos relevantes para un caso, es determinante para la aplicabilidad de las disposiciones del mismo. Así, el ámbito temporal abstracto que contiene la disposición debe coincidir con el momento en que acontece la acción que habilitaría su aplicación. De manera que todo lo que ocurra fuera de ese ámbito temporal debe considerarse irrelevante para tal disposición.

Por tanto, para establecer si determinada circunstancia de hecho es merecedora de la consecuencia jurídica prevista en una disposición, es necesario establecer en qué momento es realizada la acción y el intervalo de tiempo al que la primera se refiere.

2. Desde el punto de vista del aplicador de la norma, el sistema jurídico vigente presente al momento de su decisión, ocupa una posición privilegiada en cuanto a la aplicabilidad al caso concreto; sin embargo, no es el único susceptible de aplicación actual, ya que existirán casos en los que quien aplica la norma debe optar por disposiciones que ya han sido derogadas, pero que retienen su aplicabilidad, porque los hechos a los que se refiere se consumaron durante su vigencia –ultractividad–.

Así también, existirán otros supuestos en que se deberán aplicar disposiciones actualmente vigentes, sobre situaciones o hechos iniciados o acontecidos con anterioridad a dicha vigencia –retroactividad–.

3. Ahora bien, en el sistema jurídico salvadoreño, uno de los criterios de aplicabilidad de las normas en el tiempo es el principio de irretroactividad de las leyes, consagrado en el art. 21 Cn.

Al respecto hay que subrayar que la Constitución no garantiza un principio de irretroactividad absoluto o total; sino que sujeta la excepción a dicho principio a los casos de leyes favorables en materia penal y en materias de orden público –este último, declarado expresamente en la ley y avalado por la jurisdicción constitucional–.

Como límite al legislador, la irretroactividad implica que las emisiones normativas futuras no pueden calificar jurídicamente los actos o hechos pretéritos de los individuos o instituciones públicas, de manera que se altere la regulación que correspondería aplicar, según el ordenamiento que estuvo vigente en el momento en que aquélla tuvo lugar o se consumó.

Desde este punto de vista, la retroactividad se verificaría en la afectación o modificación de situaciones jurídicas consolidadas; es decir, en la traslación de consecuencias jurídicas a un momento anterior a la vigencia de la nueva ley.

De ahí que, en definitiva, para comprobar si una ley es o no retroactiva, sea determinante verificar, primero, si las situaciones iniciadas en el pasado son reguladas por la nueva ley; y segundo, si las consecuencias de ésta se extienden a esas situaciones consumadas.

4. A. Como se dejó apuntado, ya sea de forma expresa o tácita, todos los enunciados jurídicos se refieren a intervalos temporales en su supuesto y en su consecuencia.

Cuando la afectación de la nueva disposición se da en el supuesto de hecho, el intervalo de tiempo se refiere a la subsunción; mientras que si el ámbito temporal se da en la consecuencia, se refiere al efecto.

B. En virtud de ello, cabe distinguir dos requisitos para verificar la retroactividad: que el enunciado jurídico nuevo se refiera a supuestos de hecho pasados; y que, además, desplace a las consecuencias jurídicas que el ordenamiento anterior preveía.

En conclusión, ninguna ley es retroactiva stricto sensu si solamente se refiere a hechos pasados –por ejemplo, el derecho intertemporal, en la sucesión de normas procesales–. Lo determinante es calificar si pretende extender las consecuencias jurídicas del presente a situaciones de hecho que se produjeron en el pasado –Sentencia de 6-VI-2008, pronunciada en el proceso de Inc. 31-2004–.

V. Corresponde ahora dilucidar si, de conformidad con su estructura, el art. 1 del D. L. n° 586/2005, tiene efectos retroactivos.

1. A. El supuesto de hecho del inc. 1º del art. 1 es la cancelación de los partidos políticos que al 19-I-2005 contaban con representación legislativa y municipal, pero que no alcanzaron los porcentajes regulados en el CE, exigibles en ese momento. La consecuencia jurídica es que, no obstante su cancelación, podrían inscribirse nuevamente contando con un número de tres mil afiliados, siempre que hubiere sido cancelada su inscripción como partido político, por parte del Tribunal Supremo Electoral. Es decir, esta norma aplica a partidos políticos que fueron realmente cancelados y les prescribe unas consecuencias futuras.

En el enunciado jurídico contenido en el art. 1 inc. 1° se advierte lo siguiente:

a. En tal inciso el intervalo de subsunción es el 19-I-2005, al aludirse a “las fuerzas políticas que a la fecha cuentan con representación legislativa y municipal…”, refiriéndose, por tanto, a la fecha del D. L. n° 586/2005.

b. El inicio de la vigencia fue el 10-II-2005, es decir, ocho días después de la publicación en el Diario Oficial (2-II-2005).

c. El momento al que se refiere la consecuencia del enunciado –tiempo del efecto– coincide con el intervalo de validez; o sea, que genera una consecuencia jurídica no prevista previamente, pues sería a partir de la entrada en vigencia del D. L. 586/2005 (10-II-2005) que los partidos políticos cancelados pudieron inscribirse nuevamente (a futuro), una vez publicado el Decreto y transcurrido el período de vacatio legis.

Expuesto lo anterior, se advierte que no se trata, entonces, de un enunciado con efectos retroactivos, pues, si el tiempo del hecho regulado se refiere al momento de la emisión del D. L. 586/2005, y su consecuencia jurídica –inscribirse nuevamente– es una regulación hacia el futuro, el inc. 1° del art. 1 empieza a surtir efectos luego de su vigencia, y no antes.

B. El supuesto de hecho del inc. 2° del art. 1, del D. L. 586/2005, es pretérito: la participación de los partidos políticos en la elección presidencial de marzo de 2004. La consecuencia jurídica es desplazar la regulación de los ords. 3° y 7° del art. 182 CE, según los resultados obtenidos en dicha elección.

En este enunciado jurídico se advierte lo siguiente:

a. El intervalo de subsunción –intervalo de tiempo durante el cual ha de tener lugar el acontecimiento– es previo al Decreto: 21-III-2004, fecha en la cual se llevaron a cabo las elecciones presidenciales.

b. El inicio de la vigencia fue el 10-II-2005, es decir, ocho días después de la publicación en el Diario Oficial (2-II-2005).

c. El tiempo al que se refiere la consecuencia del enunciado –tiempo del efecto– es el 26-III-2005, fecha en la cual se dieron a conocer los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, y momento en el cual –según esta disposición jurídica–, no se les aplicaría a los partidos políticos el art. 182 ords. 3º y 7º CE; por lo tanto, no serían cancelados aquéllos que no hubiesen llegado a los porcentajes contemplados en dicha ley.

Expuesto lo anterior, el tiempo de la consecuencia del enunciado jurídico es previo al intervalo de validez; es decir, que los efectos de dicha norma –10-II-2005– se despliegan hacia un momento anterior a la vigencia del mismo Decreto, o sea, a marzo de 2004; por lo tanto, se trata de una norma jurídica con efectos retroactivos. Esto modifica la consecuencia que ya estaba prevista en el art. 182 ords. 3° y 7° CE, y que era la que correspondía aplicar a los hechos que acontecieron durante su vigencia.

C. Advierte esta Sala, entonces, que el inc. 1° del art. 1 del D. L. 586/2005, no tiene efectos retroactivos; mientras que el inc. 2° es efectivamente retroactivo, y según las argumentaciones expuestas por las partes, corresponde ahora verificar si se trata de una materia de orden público, facultad que este Tribunal puede ejercer, conforme al art. 21 inc. 2° Cn., por tratarse de una materia constitucional.

2. A. Respecto del concepto jurídico de orden público, no ha existido uniformidad sobre qué debe entenderse por tal; pero doctrinariamente se han ensayado algunos elementos conceptuales que se describen a continuación:

a. El orden público material –o restringido– consiste en una situación de tranquilidad en la sociedad, como ausencia de agresiones a bienes jurídicos relevantes. Así también, se ha sostenido que desde una perspectiva formal –o amplia–, orden público se entiende como límite a la voluntad de los particulares; es decir, como ley imperativa no disponible por los individuos.

b. Otras posturas doctrinales sostienen que orden público es un concepto metajurídico, pues no se identifica con ordenamiento jurídico alguno, ni con el sistema normativo e institucional propio de un Estado, sino que se dirige a tutelar bienes y principios que no son tomados en consideración de modo específico por una norma jurídica, pero que son considerados esenciales para la convivencia en un determinado momento histórico.

En respuesta crítica a esta idea, se ha tratado de definir al orden público como un status social establecido y condicionado por la voluntad formal de una comunidad jurídica, en función de su tradición histórica, sus convicciones éticas más arraigadas, sus costumbres y convencionalismos más generalizados, sus necesidades y exigencias más sentidas.

c. Una definición más restringida, considera al orden público como el conjunto de acciones dirigidas a evitar, reducir o corregir los daños causados a las personas o sus bienes por toda clase de medios de agresión por los elementos naturales o extraordinarios, cuando la gravedad de sus efectos les hace alcanzar el carácter de calamidad pública.

En ese sentido, el concepto en estudio incluiría aquellas medidas que contrarresten las perturbaciones contra la salubridad, seguridad y propiedad de las personas, o contra los servicios públicos esenciales para la comunidad, provocadas por desastres naturales o estado de guerra o actos violentos o de fuerza contra el ordenamiento constitucional.

d. Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una acepción posible del orden público dentro del marco de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, hace referencia a las “condiciones que aseguran el funcionamiento armónico y normal de las instituciones sobre la base de un sistema coherente de valores y principios. En tal sentido podrían justificarse restricciones al ejercicio de ciertos derechos y libertades para asegurar el orden público” (Opinión Consultiva OC-5/85 de 13 de noviembre de 1985).

B. Una de las propiedades definitorias del concepto de orden público es ser cambiante, ya que se refiere a intereses que el Legislador –a veces también el Juzgador– considera prevalentes en la sociedad en un momento determinado, motivo por el cual deben ser especialmente protegidos. Obviamente, su caracterización dependerá de las circunstancias sociales, económicas y políticas que un Estado expresa o implícitamente adopta. Parece claro, entonces, que el orden público no puede concebirse de manera aislada o autónoma, sino que necesariamente se reconduce al precepto y materia que lo consagre.

Lo que sí puede recalcarse es que el concepto de orden público no es particular ni exclusivo de una sola rama del Derecho; se enuncia y está implícito en diversas ramas jurídicas. Es por ello que en cada una se aporta una connotación distinta, lo que da como resultado que no exista una concepción unívoca de dicho concepto jurídico indeterminado.

C. Conforme a lo expuesto, analizar detenidamente su función y sus articulaciones con el contexto en el cual habitualmente se utiliza, puede contribuir a una configuración crítica de la noción de orden público que, en definitiva, apunte a su transformación, y fundamentalmente, a su reconstrucción, en aras de una concepción dinámica del sistema normativo y de su aplicación.

Desde la perspectiva en que constitucionalmente se sitúa –arts. 6, 21, 25 y 29 Cn.–, el orden público aparece relacionado con los límites legítimos a determinados derechos, y por tanto, dista mucho de constituir una cláusula habilitadora de poderes indeterminados e ilimitados hacia el Legislador.

Y es que, si se tiene en cuenta la importancia que la Constitución atribuye al conjunto de derechos –con todas las técnicas y herramientas de protección y potenciación, como la proporcionalidad– está claro que el orden público se formula desde esta perspectiva de límites a tales derechos y, por tanto, habrá de ser objeto de interpretación restrictiva.

Por ello, la herramienta hermenéutica adecuada a este tipo de análisis se centra en la definición misma de orden público, como principio que busca la adecuada orientación o colocación de situaciones inseguras o dificultosas, para contrarrestarlas o reducirlas, a través del equilibrio y proporción de las mismas, en aras del interés público o del interés general.

D. No puede negarse que, en el orden de los hechos, puedan suscitarse necesidades sociales de importancia fundamental que impongan acudir a la retroactividad para solucionarlas; sin embargo, para evitar el abuso de esta herramienta, el principio de irretroactividad de las leyes está concebido como una garantía normativa o mecanismo tendente a tutelar los derechos fundamentales.

La ley, por lo tanto, habrá de aplicarse a situaciones jurídicas o facultades legales o que han emergido bajo su vigencia; mientras que la alteración de situaciones jurídicas consolidadas o nacidas con anterioridad a la ley más actual, debe justificarse y consignarse expresamente, no pudiendo quedar a la discreción del juzgador (v. gr., Sentencias de 2-X-1987 y 16-I-1991, emitidas en los Amp. 5-S-85 y 17-C-90, respectivamente, así como la Sentencia de 25-I-1989, pronunciada en el Inc. 10-87).

En efecto, por el sólo carácter de orden público de una ley, manifestado o no en ella, no debe aplicarse retroactivamente, pues implicaría un exceso a la permisión constitucional, y crearía mayor inseguridad jurídica en perjuicio del orden público que se invoca.

En ese sentido, la jurisprudencia de esta Sala ha sido clara al señalar que el carácter de orden público de una ley no le concede a ésta –ipso iure– efecto retroactivo, puesto que dicho carácter debe estar consignado expresamente en la ley, de una manera general o con referencia a situaciones especiales que ella regula (Sentencias de 26-VIII-1998 y 13-V-2005, pronunciadas en los procesos de Amp. 317-97 y de Inc. 16-2004, respectivamente).

En conclusión, la calificación de una ley como de orden público no queda sujeta a la discrecionalidad del legislador, sino que presupone el respeto al régimen constitucional establecido, principalmente a las garantías que protegen a los derechos fundamentales de límites excesivos, cuyo núcleo esencial está centrado en los principios de proporcionalidad y razonabilidad. Por ello, no basta que el legislador dé a sus preceptos vigencia retroactiva arguyendo que son de orden público, sino que compete a la Corte Suprema de Justicia, y específicamente a la Sala de lo Constitucional –por tratarse de materia constitucional–, proceder al análisis de tales normas para determinar si una ley es o no de orden público (art. 21 Cn.)

E. En el presente caso, la Asamblea Legislativa no consignó expresamente el carácter de orden público en el Decreto impugnado. No obstante ello, en el informe rendido en la tramitación de este proceso, sostuvo que la finalidad es preservar el ejercicio del derecho político a asociarse para constituir partidos e ingresar a los ya constituidos (art. 72 ord. 2° Cn.)

a. Al respecto, se ha afirmado en la Sentencia de 25-IV-2006, pronunciada en el proceso de Inc. 11-2004, que con la incorporación del pluralismo al modelo eleccionario y a las acepciones del Estado moderno, se hace necesario implantar instituciones democratizadoras que aseguren la participación política de los ciudadanos, principalmente, a través de un conjunto de facultades que tienen por objeto activar la vida política de un Estado bajo el matiz de libertades públicas o libertades democráticas.

Mediante dichas facultades –derechos fundamentales, estrictamente– se asegura al ciudadano la posibilidad directa de influir y acceder a la organización del Estado, y ser determinante y director de la política nacional. En ese sentido, el art. 72 Cn. establece, entre otros, el derecho político a asociarse para constituir partidos políticos e ingresar a los ya constituidos.

Al igual que el derecho de asociación, el derecho establecido en el art. 72 ord. 2° Cn., puede apreciarse desde una doble vertiente: la que se manifiesta en el derecho de cada persona individualmente considerada y que constituye un ámbito de autonomía individual –asociarse o no–; y la vertiente colectiva del mismo derecho, que implica el libre desenvolvimiento de la asociación como persona jurídica, dentro de la licitud de sus fines.

Asociarse para crear partidos políticos o ingresar a los ya existentes constituye una derivación del derecho general de libertad, donde se pone de manifiesto el carácter individual del derecho subjetivo de asociación, que se ejerce en compañía de otros individuos con el mismo ánimo.

b. No cabe duda que la presencia de los partidos en las elecciones confirma su papel mediador de la relación representativa entre electores y electos (Sentencia de 29-VII-2010, Inc. 61-2009). Pero también, una parte esencial del consenso y representatividad política reside en el respeto a las reglas del juego preestablecidas por la ley (CE): las formas y procedimientos institucionales deben ser observados estrictamente en los procesos político-electorales y en los debates ideológicos plurales.

Este respeto de las reglas legales del proceso democrático, pretende generar una aproximación porcentual de la representación social, hacia la representación orgánico-funcional en las instituciones estatales, y dar mayor legitimidad a la decisión de los órganos de conformación compuesta; por el contrario, no es la idea de la democracia plantear un sistema en el que cada individuo o cada identidad diferenciada tenga necesariamente que estar presente en las instituciones políticas, representando sus características peculiares o sus propios intereses en el debate político.

c. En efecto, una de las funciones principales de los procesos electorales es la generación de participación política, pues posibilitan, por un lado, expresar al electorado sus preferencias políticas; elegir programas políticos distintos; y, por otra parte –no menos importante–, producir representación, en la que se refleja el pluralismo de la comunidad en el seno de las instituciones públicas.

Como expresión del poder electoral, el sufragio asume la función principal de determinar la elección y nombramiento de las personas que han de ejercer el poder del Estado, en representación del pueblo, del cual deviene el carácter legítimamente representativo de las autoridades. Así también, el sufragio permite reflejar el rechazo tácito de otras ofertas electorales que no satisfacen sus expectativas, idea central en toda democracia que garantiza en el electorado la última palabra en el traslado de la responsabilidad política hacia los funcionarios electos por voto popular.

En ese marco, el partido político es una asociación de individuos unidos por la defensa de intereses concretos que se enmarcan dentro de una determinada ideología, organizado internamente mediante una estructura jerárquica, con afán de permanencia en el tiempo, y cuyo objetivo es alcanzar el poder político, ejercerlo y concretar determinado programa político. Dicho objetivo –alcanzar el poder político– solamente se logra con la participación en los mecanismos o procesos electorales y en el respeto del ordenamiento legal que sirve de base a tales procesos, en los cuales se canalizan las demandas de la población hacia los poderes públicos.

En ese sentido, la faceta individual –que también es de configuración legal– queda preservada independientemente de si hay o no un traslado de la representación social hacia las estructuras orgánico-funcionales del Estado, cuando un partido político no supera las barreras electorales predeterminadas por el ordenamiento jurídico vigente al momento de la elección popular.

d. Y es que, si se acepta que preservar por siempre y en todos los casos los derechos políticos adquiridos, es materia de orden público, no podrían hacerse efectivas las intervenciones legítimas sobre los mismos, ni activarse el dinamismo democrático en la creación y disolución de los partidos políticos.

3. A. El presente caso tiene como sustento fáctico previo, la elección presidencial de 21-III-2004, declarado firme por Decreto del TSE, de 3-IV-2004, publicado en el Diario Oficial n° 67, de 14-IV-2004.

Según acta de escrutinio final autorizada por el TSE, en fecha 26-III-2004, en dicho evento se dieron los siguientes resultados electorales: el partido ARENA obtuvo un total de 1. 314, 436 votos, equivalentes al 57.71 % del total de votos válidos; el partido FMLN obtuvo 812, 519 votos válidos, equivalentes al 35.68 %; el partido PCN obtuvo un total de 61, 781 votos, equivalentes al 2.71 % del total de votos válidos; y la coalición CDU-PDC obtuvo 88, 737 votos válidos, equivalentes al 3.9 %.

B. Ante estos resultados, y para lo que al presente caso interesa, el TSE debe iniciar el proceso de cancelación de los partidos políticos que no alcanzaron el porcentaje mínimo establecido en la legislación que regulaba el evento electoral en cuestión, contemplado en el art 182 CE –3 % de los votos válidos para los partidos que participaron solos, y 6 % para los que participaron en coalición–.

Tales resultados son coherentes con las intenciones de voto democrático y con la finalidad de representación orgánica e institucional que los partidos debieron acreditar para poder subsistir, lo cual no fue alcanzado por algunos de ellos.

Contrario a ello, el D. L. 586/2005 ha pretendido desconocer y anular la voluntad del electorado –como soberano–, ya consolidada con el resultado de las elecciones mencionadas; y, con efectos retroactivos en una materia que no es de orden público, habilita a los partidos que no obtuvieron el porcentaje mínimo establecido en la ley, a subsistir a un escrutinio democrático en el que el cuerpo electoral se decantó por el rechazo tácito a su oferta electoral.

Lo que atiende a un verdadero orden público, como necesidad de estabilidad institucional y democrática, es respetar los resultados electorales, antes que desacreditarlos por las expectativas particulares del derecho de asociación de las personas que integran partidos políticos que no superaron la barrera de representación mínima para subsistir como tales.

C. En suma, tanto en la omisión del texto del Decreto impugnado, de consignar expresamente que se trataba de una materia de orden público, como del análisis de las justificaciones rendidas por la autoridad demandada en este proceso, se concluye que la regulación impugnada no es materia de orden público, no obstante sus efectos retroactivos; y por tanto, debe declararse la inconstitucionalidad del inc. 2° del art. 1 del Decreto Legislativo n° 586, de 19-I-2005, publicado en el Diario Oficial n° 23, de 2-II-2005, por violación al art. 21 Cn., ya que constituye una regulación con efectos retroactivos y la exoneración de las consecuencias electorales no es materia de orden público.

En consecuencia, el TSE deberá iniciar el procedimiento de cancelación de los partidos políticos que no alcanzaron los porcentajes establecidos por el CE en las elecciones presidenciales del año 2004; y tales partidos no podrán beneficiarse de los requisitos establecidos en el mencionado inc. 1° del art. 1, D. L. 586/2005, sino que deberán inscribirse con los mismos requisitos que se exigen actualmente a los demás partidos políticos.

Por tanto

Con base en las razones expuestas, disposiciones y jurisprudencia constitucional citadas, y arts. 9, 10 y 11 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, en nombre de la República de El Salvador esta Sala:

Falla:

1. Declárase que en el inc. 1° del art. 1 del D. L. 586, de 19-I-2005, publicado en el Diario Oficial n° 23, tomo n° 366, de 2-II-2005, no existe la inconstitucionalidad alegada, en cuanto a la supuesta violación al art. 21 de la Constitución; pues su consecuencia jurídica es una regulación hacia el futuro, es decir, empieza a surtir efectos luego de su vigencia.

2. Declárase inconstitucional, en su contenido, de modo general y obligatorio, el inciso 2° del artículo 1 del Decreto Legislativo n° 586, de 19-I-2005, publicado en el Diario Oficial n° 23, tomo n° 366, de 2-II-2005, pues traslada sus efectos a las elecciones presidenciales de marzo de 2004, lo que constituye una regulación con efectos retroactivos, y la exoneración de las consecuencias de dicho evento electoral no es materia de orden público.

3. Notifíquese la presente resolución a todos los intervinientes.

4. Publíquese esta Sentencia en el Diario Oficial dentro de los quince días siguientes a esta fecha, debiendo remitirse copia de la misma al Director de dicho órgano oficial.

Duro Golpe a la derecha Salvadoreña: 24 de marzo Día Internacional por la Verdad

La Asamblea General de la ONU declaró por consenso que el 24 de marzo será el Día Internacional por el Derecho a la Verdad en honor a Monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado precisamente esa fecha, en 1980, por los escuadrones de la muerte, presumiblemente dirigidos por el Mayor Roberto Dábussion, fundador del partido ultra derechista ARENA, que se mantubo por 20 años en el poder.

ONU declara 24 de marzo Día Internacional por la Verdad - La Prensa Grafica - Noticias de El Salvador

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró, por consenso de sus miembros, que el 24 de marzo, día que se conmemora la muerte de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, sea reconocido como el Día Internacional por el Derecho a la Verdad, en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas.

El arzobispo salvadoreño, conocido por muchos como “la voz de los sin voz”,  ha trascendido a la historia como un incansable defensor de los derechos humanos. Por tanto, la declaratoria de la fecha es una forma de rendir tributo a personas, que como Monseñor Romero, dedicaron su vida a promover los derechos humanos de todos.

El día de ayer, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se constituyó en el primer mandatario de ese país en visitar la cripta de Romero, ubicada en Catedral Metropolitana de San Salvador.

Además, el 24 de marzo del año pasado, el presidente de la República, Mauricio Funes, pidió perdón en nombre del Estado salvadoreño por el asesinado de Romero, que fue perpetrado en 1980.

Según se informó, la resolución, que fue propuesta por El Salvador, tuvo el apoyo de 45 países miembros de las Naciones Unidas: Argentina, Austria, Bolivia, Cuba, Dinamarca, Finlandia, Francia, Gabón, Guatemala, Hungría, Nicaragua, Perú, Polonia, República Dominicana, Venezuela, Armenia, Albania, Bélgica, Colombia, Ecuador, Honduras, Italia, Panamá, Grecia, Chile, Croacia, Serbia, Eslovenia, Montenegro, Chipre, Jamaica, Portugal, Luxemburgo, Uruguay, Costa Rica, Brasil, México, España, Alemania, Moldova, Rumania, Azerbaiyán, Seychelles, Paraguay e India.

Actualmente, el Vaticano trabaja en el proceso de beatificación del religioso. La Congregación de la Doctrina de la Fe concluyó que Romero fue un mártir de la iglesia, pues fue asesinado por su fe cristiana.

Barack Obama rinde homenaje a monseñor Romero

Obama rinde homenaje a monseñor Romero

Barack Obama enciende una vela como homenaje a monseñor Romero en su cripta en la catedral de El Salvador.- PABLO MARTÍNEZ MONSIVAIS (AP)

Como momento culminante de su viaje a El Salvador, Barack Obama visitó esta noche en la catedral de esta ciudad la tumba de monseñor Óscar Arnulfo Romero, símbolo universal de la causa de los derechos humanos, asesinado en 1980 por sus constantes denuncias de los abusos cometidos por un ejército adiestrado y financiado en aquel momento por Estados Unidos.

Después de escuchar durante varios minutos las explicaciones que le dio el arzobispo de El Salvador, José Luis Escobar, Obama permaneció un momento con las manos entrelazadas ante la hermosa cripta en señal de recogimiento y respeto. A continuación prendió una vela que le cedió el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, quien le acompañó durante la visita.

La voz de monseñor Romero era la que con mayor contundencia y autoridad denunciaba las atrocidades cometidas contra su pueblo. Fue asesinado mientras decía misa en la catedral donde ahora reposan sus restos. Una investigación posterior vinculó al crimen a las fuerzas armadas salvadoreñas.

Su asesinato conmocionó a este país y a toda la humanidad, que asistió después al desarrollo de una cruenta guerra civil en la que el Gobierno de Ronald Reagan apoyó intensamente al Ejército contra la guerrilla marxista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Mauricio Funes, que entregó a Obama una copia de un famoso cuadro en el que se rinde homenaje a la obra de Romero, fue elegido precisamente bajo las siglas del FMLN y ahora dirige un gobierno moderado y pragmático en el que no quedan huella del radicalismo ideológico que caracterizó a aquella guerrilla.

Con la visita a la tumba de quien Funes definió ayer como «el líder espiritual de esta nación», Obama realiza un significativo gesto de ruptura con el pasado de su país en El Salvador y de reconocimiento a los valores de paz, libertad y ayuda a los pobres que monseñor Romero predicó durante su vida. «Bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos», era su parte preferida de los Evangelios.

Obama regresará mañana a Washington después de cinco días de gira en los que, antes de El Salvador, ha recorrido Brasil y Chile.